No son bromas

Madrid

Además de la miseria conocida de los casos de acoso escolar que terminan con un suicidio, que son insoportables para cualquier sociedad, la muerte de esta chica sirve también para alertar sobre algo que a veces se pasa por alto: el sufrimiento del acosado no termina cuando termina el acoso, el trauma de la víctima no se extingue cuando se le deja de perseguir, las consecuencias del abuso en edades infantiles pueden durar toda la vida porque esa es la edad más delicada. Por eso lo que te marca con más intensidad en los primeros años se queda dentro contigo. Y cuando lo que te marca es el acoso y el abuso por parte de tus propios compañeros, por parte de la gente de tu edad, a veces no hay tiempo que lo borre y tu vida se queda condicionada hasta acabar quitándote de en medio. Eduquen a sus hijos con dignidad, en la compasión, en la igualdad; eduquen a sus hijos como personas. Y, sea así o no, que ellos se comporten como personas y asuman la responsabilidad de sus actos. Que no son bromas ni gamberradas de niños, que todo eso puede ser una clase muy cruel de crimen que no sabes cuándo va a estallar.