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'Los fontaneros de la Casa Blanca', la serie sobre los chapuzas que montaron el Watergate

HBO Max estrena esta ficción que habla de los fontaneros de Nixon con Woody Harrelson, Justin Theroux y Lena Heady

Fotograma de la serie Los fontaneros de la Casa Blanca / Cedida

Madrid

Fue un 17 de junio de 1972 cuando detuvieron a una banda de supuestos ladrones en la sede del Partido Demócrata, entonces en la oposición, ubicada en el edificio Watergate de Washington, la capital de Estados Unidos, epicentro del mundo occidental. A raíz de esa detención los periodistas del Washington Post, Bob Woodward y Carl Bernstein, empezaron a tirar de la madeja y, con ayuda de su fuente, Garganta Profunda, descubrieron toda una red de escuchas y sobornos tejida para lograr la reelección de Nixon. El Watergate ha sido el único escándalo político en la historia de aquel país que culminó con la dimisión de un presidente de los Estados Unidos de América, Richard Nixon.

Para llegar a ese punto, Nixon, republicano y obsesionado con la imagen pública y la propaganda, tuvo trabajando en B a un grupo de ladronzuelos, de criminales que habían hecho varias chapuzas para la CIA y el FBI en su lucha secreta y oscura contra Cuba y los países de América Latina. Si el cine se ha centrado, sobre todo, en la épica periodística y judicial contra Nixon y los corruptos, la televisión, se acerca ahora a esos tipejos que se manejaban en las cañerías de Washington DC. Los fontaneros de la Casa Blanca es la nueva apuesta de HBO Max, una serie política que cuenta con grandes nombres, como Woody Harrelson, Justin Theroux y Lena Heady.

"Me ha costado perdonar a mi personaje por las cosas que hace, si tuve dudas del personaje es por eso, pero esta tan bien escrito, y, de hecho, es bastante satírico", nos cuenta el actor Woody Harrelson, protagonista de la serie de HBO, True detectives, y de películas como Tres anuncios en las afueras, El escándalo de Larry Flynt o No es país para viejos. y que ahora encarna a un republicano facha, anticomunista y obsesionado con usar cualquier método para que los Demócratas no suban al poder.

Junto a él, su compañero en el crimen es Justin Theroux, conocido por sus papeles en películas como Mullohand Drive, Los Ángeles de Charlie o la serie The Leftovers. "En realidad es la historia del Watergate. Hemos conocido esta historia a través el periodismo, así es como salió a la luz, pero no habría historia periodística del Watergate sin la gente que lo ejecutó. Así que creo que, en realidad, es la primera vez que vemos una dramatización del Watergate real", cuenta el actor.

Los dos interpretan a E. Howard Hunt y a G. Gordon Liddy, eran dos miembros del grupo de White House Plumbers, encargados de conseguir información para derrocar a sus rivales demócratas. Algo así como una policía política que trabaja para filtrar noticias contra sus enemigos a la prensa. Noticias verdaderas o falsas. ¿Les suena? Entre las hazañas de esta pareja estaba el meter micrófonos en la consulta del psiquiatra de un político demócrata, o lo más conocido, esos micrófonos en la sede del partido rival, la guinda del pastel.

Creada por Alex Gregory y Peter Huyck –conocidos por su trabajo en comedia en programas como Veep, King of the Hill y The Larry Sanders Show–, Los fontaneros de la Casa Blanca mantiene ese tono de sátira que tenía Veep, uno de los éxitos de los creadores. "El humor estaba ya en la propia investigación y en la propia historia que es una tragedia, pero una tragedia muy divertida", reconoce David Mandel, director y productor de la serie. "No es divertida porque haya chistes, sino por las cosas que pasaron y la forma de comportarse de estos personajes. No puedes inventarte nada, no puedes inventarte a estos dos personajes, porque la gente no se lo creería", reconoce el creador que asegura que es cierto que en la serie se cuenta las cosas más horribles que puede hacer el poder, pero eso genera risa. "A veces es una risa incómoda, pero estaba ahí y ayuda a la historia a salir adelante y es lo que hace diferente la serie".

La serie se aleja de ese tono idealista de Todos los hombres del presidente, de Alan Pakula. Tampoco mantiene el humor de Forrest Gump, donde Robert Zemeckis metía al personaje de Tom Hanks en medio de este sonado escándalo. Tampoco tiene la épica de Nixon, la película de Oliver Stone. En realidad, la ficción se parece a Veep, pero también a Boogie Nights, el filme de Paul Thomas Anderson. "Se parece más a Boogie Nights, porque en Veep escribíamos bromas todo el rato, de una broma salía otra broma. En la película hay más un estudio de personajes, de gente tratando de hacer algo", cuenta el director.

"Esos tipos no querían fallar, sino hacer un buen trabajo. Esas situaciones acabaron con ellos arrestados. Una de las cosas más interesantes es que se nos centramos en contar la historia del Watergate, pero desde la perspectiva de estos tipos, estos delincuentes. Por primera vez, conocemos quiénes son, qué hacían y que les causó hacer el Watergate. Es una historia diminuta, pero todo está amplificado. Creo eso es lo que hace diferente a la serie", añade Mandel.

En cinco episodios la serie nos lleva a los antecedentes oscuros e ilegales de esta pareja, uno trabajando para la CIA, para el oscuro Dulles, y su guerra sucia contra los países de América Latina y obsesionado con Cuba. "Estos tipos lo destrozan todo, lo fastidian todo y se desmoronan al final. Creo que es mucho más interesante contarlo desde la perspectiva de los criminales", dice Harrelson que chapurrea el español en varios momentos de la serie. El otro personaje viene del FBI, obsesionado con Hitler, que se pone los discursos del Führer por la noche para relajarse. "Cuando te oigo decirlo así es mas divertido todavía. Son cosas muy oscuras, pero cuando se muestran de esta forma más aliviada se ve el lado burdo de la historia, es como milagroso que estos dos tipos se encontraran para hacer esto", recalca Theroux.

Un punto interesante, que ya apuntó la serie Gaslit, también sobre el Watergate, es el de las mujeres. La ficción protagonizada por Julia Roberts reivindicaba la figura de una mujer, Martha Mitchell esposa del Fiscal General de Nixon, que destapó el Watergate, pero el machismo de entonces la convirtió en una loca y nadie la creyó. En este caso, la serie refleja la vida familiar de estos tipos, su relación con los hijos y con sus esposas, que ponen algo de calma en todo ello, pero que no consiguen pararlos. La actriz de Juego de Tronos, Lena Heady, es una de las esposas de estos tipejos.

"Fue una época de cambio para las mujeres, pero ese cambio avanzó de forma muy lenta. La belleza y la comicidad de la serie es ver a estas familias en su locura", explica, pero asegura que le ha costado ver a su personaje con la mirada feminista de ahora. "Como mujer de ahora, sí me gustaría decirles a esas mujeres ‘pero sal de ahí’. Les llevó tiempo, poder parar eso. Para mí, como mujer viendo esta historia era una frustración porque pensaba por qué no paras eso ya, porque pudieron hacerlo", insiste.

Heady es la única británica del reparto principal. "He aprendido cosas como británica de ese escándalo", comenta la intérprete que compara aquel tiempo pasado con lo que ocurre hoy. "Creo que lo divertido es todo lo que nos ofrece este circo y esa ridiculez que se da en la política y cómo todo lo controla gente estúpida, diciéndonos lo que tenemos que hacer. Creo que sigue siendo relevante hoy precisamente por eso".

Creo que es una historia de esas que la gente conoce algo, pero hay muchos detalles que ha olvidado o desconoce. Es una oportunidad para la gente aprender qué supuso el Watergate, sobre todo dos cosas, qué ocurrió para que hubiera ese abuso de poder terrible y por qué, años después, sigue siendo relevante hoy en este sistema de gobierno que tenemos. Creo que tendemos a pensar que todo está bien una vez se fue Nixon, pero no lo es, sigue habiendo abuso de poder y muchos de los problemas de la época de Nixon continúan hoy. En la serie queremos ser divertidos y mostrar la estupidez, pero realmente aquello fue muy peligroso. Hay una especie de problemas sistémicos que no van a ninguna parte y tenemos que mirar hoy a lo que ocurrió en el Watergate.

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada...