"Repetí sexto tres veces": Jesulín de Ubrique recuerda cómo tuvo que abandonar la EGB "por viejo"

Madrid

Jesulín de Ubrique y Albert Espinosa han visitado este miércoles El Hormiguero para presentar El camino a casa. Un programa, que se estrena este jueves 4 de mayo en La Sexta, en el que el famoso escritor recorrerá junto a sus invitados e invitadas el camino que hacían desde su colegio hasta la casa en la que vivían cuando eran niños. El primero de estos invitados será el propio Jesulín de Ubrique, quien hablará acerca de su infancia y cómo esta cambió de manera drástica cuando decidió dedicarse al mundo de los toros, tal y como le ha explicado a Pablo Motos.

En un momento dado de la entrevista, el presentador le ha preguntado tanto a Jesulín de Ubrique como a Albert Espinosa cómo eran en el colegio. El primero en responder ha sido el torero, quien ha reconocido que disfrutaba en clase. A pesar de que ha reconocido que no era un alumno ejemplar, sí que considera que se defendía bastante. Sin embargo, todo cambió a raíz que empezó en el mundo de los toros: "Me tuve que ir por viejo". Tal y como le ha explicado a Pablo Motos, repitió sexto de EGB hasta en tres ocasiones como consecuencia de su profesión.

"Faltaba mucho"

Dado que empezó a torear con tan solo 12 años, Jesulín de Ubrique faltó mucho más a clase de lo que le hubiera gustado: "Faltaba mucho porque estaba más tiempo fuera toreando que en clase". De ahí que tuviera que repetir sexto hasta en dos ocasiones y que, cuando estaba llamado a repetir el mismo curso por tercera ocasión, acabara abandonando la enseñanza. A pesar de que tuvo que abandonar la escuela demasiado pronto, el protagonista de esta historia ha reconocido que disfrutaba mucho en el aula: "Cuando nos daban las vacaciones, a mí me encantaba que llegara el final de la feria de Ubrique para ir por los libros y forrarlos. Me hacía ilusión".

No obstante, este decidió dedicarse de manera íntegra al mundo del toreo tras repetir sexto de primaria por tercera ocasión. Después de que Pablo Motos le preguntara si recuerda esa etapa con cariño, pues no pudo tener una infancia como la del resto, Jesulín ha asegurado que siempre ha hecho lo que ha querido: "Yo he sido un niño feliz con mi profesión, porque nadie me ponía una pistola en el pecho. He sido feliz toreando. Mi infancia sí que es verdad que no es la de un niño normal, porque yo tenía una responsabilidad muy grande independientemente de que me estaba jugando la vida sin trampa ni cartón".

"La responsabilidad de darle de comer a muchas familias la tuve que coger con 13 años"

Y es que, a pesar de que por aquel entonces no sabía ni tan siquiera lo que podía hacerle el animal al que se enfrentaba, sí que fue consciente desde muy temprano que su trabajo sustentaba a muchas familias: "La responsabilidad de darle de comer a muchas familias la tuve que coger con 13 años. Yo he tirado de mi familia y de todos los miembros que venían conmigo en la cuadrilla. Desde los tres banderilleros, hasta los dos picadores, el mozo espada, el chofer... todos pendientes de un niño".

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De ahí que acabara tomando la alternativa con 16 años para convertirse en matador de toros, lo que permitió a muchas familias vivir de esta decisión que, sin duda alguna, cambiaría su vida para siempre".