Castilla y León, Asturias, Extremadura y Galicia las comunidades que más población han perdido
Estas Comunidades Autónomas son las que más población han perdido en los últimos 10 años. Al mismo tiempo, la población en España ha aumentado un 1,3%, provocando que haya zonas como la Comunidad de Madrid o las Islas Baleares donde cada día vive más gente
Castilla y León, Asturias, Extremadura y Galicia las comunidades que más población han perdido
Madrid
Iván es extremeño e ingeniero informático y de telecomunicaciones. Estudió en su comunidad, donde empezó a trabajar, pero su empresa le trasladó a Valencia. Este camino que no lo hizo solo: “Yo fui con mi pareja, que también es extremeña. Necesitábamos un cambio de aire, conocer algo nuevo, porque teníamos la sensación de, por un lado, estar un poco estancados, así como parados en nuestra comunidad”.
De Asturias, concretamente ovetenses, son los hermanos Canal. Tanto Javi, como Paula, han encontrado su sitio en Castilla y León. Ambos estudiaron periodismo. Se vieron en la obligación de dejar su comunidad desde el comienzo de sus estudios universitarios porque, allí, no tenían esa carrera.
Javi aclara: "Me he tenido que ir porque hay ciertas carreras y ciertas oportunidades académicas que no se encuentran allí. Ya mirando de cara al futuro, oportunidades laborales, si saliese alguna no descartaría volver, pero, en este momento, en el futuro más inmediato, no. No está entre mis planes el volver a Asturias”.
En el caso de Paula, ella dice: "No he encontrado las oportunidades de trabajo que sí que he tenido, en este caso, en Valladolid, que es donde me vine a estudiar y donde ya me he establecido porque, una vez que me fui, pues al final ya hice también mi vida aquí".
Sin embargo, Andrea es de Ávila y ella ha abandonado, precisamente, Castilla y León. Ahora está en Madrid. Estudió estadística y dice que, de sus estudios, es muy complicado encontrar trabajo en su lugar de origen. Además, asegura no ser la única en esta situación y que es algo que se repite en la zona.
Un ejemplo de que esta situación también la tienen otros jóvenes es su amiga Rut. Ella también se trasladó a Madrid y lo hizo, en un primer momento, por sus estudios. Rut es de un pueblo de Ávila, Cardeñosa. Ahora está preparando unas oposiciones a la administración. Ha decidido presentarse en la capital, ya que dice: “Es el sitio donde más plazas se convocan, así que, en ese caso, para la gente que está opositando, pues es muy probable que mucha gente se tenga que ir a Madrid, porque es donde les toque”.
Rut no solo escogió Madrid porque sea una ciudad en la que cree que puede tener un futuro mejor, sino porque también le gusta para poder vivir.
Todos ellos tienen entre 20 y 27 años. Sin embargo, José, tiene 35. Es gallego y él vivió esta situación un poco antes: “vine a Madrid buscando, más oportunidades laborales y también más oportunidades de formación. Al final, pues Galicia tenía como una oferta muchísimo más limitada”.
Claves del proceso migratorio
Desde el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el director del Instituto de Economía, Geografía y Demografía, Diego Ramiro, explica que el proceso migratorio que estamos viendo ahora, la despoblación rural que se contempla en la actualidad, no es un proceso que se esté produciendo solo en los últimos años. Sino que es un proceso que viene de lejos.
Esta tendencia comienza a finales del siglo XIX y se extiende durante el primer cuarto del siglo XX. En ese momento, ciudades como Barcelona, Bilbao, Valencia o Madrid crecen en población. Un ejemplo claro son los datos de Madrid: su población se duplicó entre 1900 y 1930 pasando de medio millón de habitantes en el año 1900, a un millón de habitantes en 1930. Además, ese proceso continúa después de la Guerra Civil, en los años 50 y en las décadas posteriores.
También aclara que los movimientos demográficos de carácter histórico se producen porque en el proceso de transición demográfica en España —teoría que explica el paso de una etapa con un fuerte aumento de la población a otro con tasas bajas de mortalidad y natalidad— hay zonas en las que la mortalidad empieza a caer de forma acusada y la natalidad sigue siendo elevada.
Ese crecimiento no va acompañado por las posibilidades de trabajo que hay en esas zonas y, al mismo tiempo, están surgiendo polos de atracción —las grandes ciudades— donde hay los mejores salarios y mejores condiciones de vida. Esto hace que la gente se desplace allí para tener un modo de vida.
Marina García Castro
De Avilés, Asturias (2000). Estudiante del doble...