Hay que darle una vuelta

Madrid

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha dicho hoy, en un almuerzo con periodistas, que tiene la intención de remodelar el eje Recoletos-Paseo del Prado y de “dar una vuelta”, textual, a la plaza de Colón. El anuncio no asustaría tanto si no existieran precedentes que ponen los pelos de punta a los urbanistas y a muchos madrileños. El PP le dio una vuelta a la Puerta del Sol y el resultado es una plaza de hormigón en la que este verano es posible que algún turista despistado caiga desmayado con solo salir de la boca del metro y donde, desde luego, no será posible encontrar un madrileño ni por casualidad en los próximos años. Y el paseo del Prado, uno de los pocos paseos de la época romántica que quedan sin arruinar en Europa occidental, ya fue objeto del deseo de un alcalde popular anterior, empeñado en darle también “una vuelta”, dejar su sello personal, arrancar algunos árboles y cambiar completamente su fisonomía. El problema no es que lugares emblemáticos de las ciudades no puedan ser retocados. Por supuesto que sí. Hay que cuidarlos y no permitir que se los coman los coches. El problema es que cuando se les toca debe ser para hacerlos más amables, para respetar mejor el sentido con el que nacieron y con el que los ciudadanos los han venido incorporado a su imaginario popular y no para construir nuevos recintos puramente comerciales. Seguro que la plaza de Colon en Madrid puede ser algo más que un cruce para los coches. Es difícil empeorar lo que hay, pero no cabe duda, a la vista de la actual Puerta del Sol, que este alcalde es muy capaz de lograrlo, si tiene la ocasión.