Aitor Gabilondo, guionista: "Entré en la tele despreciándola, pero me ha educado. La tele aligera el peso de las vidas duras"

Madrid

Hay personas que hacen de los retos un estimulante modo de vida, y el guionista y productor Aitor Gabilondo es una de ellas. "Me gustan los desafíos a la conciencia, porque para eso está la ficción, para hablar de cosas de las que no se habla o no se puede hablar", asegura el creativo. Esta noche, Gabilondo ha comentado en Hora 25 los detalles de su último proyecto para Netflix. Su nueva serie "El Silencio" se estrena el 19 de mayo y está protagonizada por Aron Piper. El guionista se ha atrevido a llevar a las pantallas de más de 190 países la historia de "un menor que asesinó a sus padres y tras pasar seis años en un correccional está a punto de salir a la calle sin haber dicho ni una sola palabra sobre qué le llevó a acabar con ellos". La historia, como de costumbre en sus creaciones, es un caso real. "Me enteré de que en las semanas previas a que le sacaran le estuvieron grabando y monitorizando día y noche para poder analizarlo y saber qué esperar de él cuando recuperara su libertad. Lo estudiaron como a un animal enjaulado y, hombre, tenía que contarlo", comenta.

Su nueva obra gira en torno a la posibilidad de compadecerse de un asesino. "Yo creo que la reinserción es posible, de hecho lo que más me interesaba de esta historia era contar que cada vez hay un miedo mayor a no controlarlo todo, tenemos miedo a la incertidumbre y a la vida", reflexiona. Esa falta de control, profundiza, es lo que se refleja en el papel de una de los personajes principales de "El Silencio". El papel de la psiquiatra que vigila constantemente al parricida se hace la misma pregunta una y otra vez: "¿Qué va a hacer y qué va a pasar?". Gabilondo considera esa duda como uno de los pilares de la serie. "Si el asesino sale a la calle puede hacer cosas malas pero también puede no hacerlas, no puedes saberlo", afirma.

Aitor Gabilondo se confiesa como "muy impresionable", especialmente con historias en las que hay "chavales que matan sin ningún motivo". Recuerda impactado el caso "de unos británicos que mataron a un bebé, que pasaron años entre rejas sin hablarse y volvieron a la calle con identidades nuevas". Para Gabilondo, la falta de palabras es algo que asusta. "El silencio me genera inseguridad, porque aunque tenga buena prensa y pueda mostrar a alguien como interesante o reservado, también puede ser muy intimidatorio porque puede generar fantasmas en la cabeza del otro", señala.

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El creativo no es ajeno a los temas de tratamiento difícil y controvertido porque ya disfrutó de las mieles del éxito con series tan conocidas como "El Príncipe", que trata sobre el papel del narcotráfico en la vida diaria de un barrio de Ceuta, o la aclamada serie "Patria" que retrató la novela de Aramburu sobre el sufrimiento de varias familias vascas por los actos terroristas de ETA. Una obra que inmortalizó las posturas de los allegados, los miembros de la banda y sus víctimas. La incomodidad a la hora de tratar un tema es el motivo por el que Gabilondo se entregó a su profesión. "Quería contar historias" sobre temas difíciles y la ficción le permite "dar a cada personaje unos argumentos de defensa con los que poder dramatizar una situación".

Para el guionista las historias que le han impresionado tienen, en parte, el secreto del éxito. Aunque asegure que no está descubriendo nada nuevo, Gabilondo cuenta que la violencia, junto al sexo, son dos de los factores clave para que una obra enganche al espectador desde el primer minuto. Y lo dice alguien que asegura ver el primer episodio de todo lo que está agitando el panorama internacional. "Un primer episodio te dice muchas cosas, entre ellas el presupuesto que manejaba la productora". Aunque para él lo importante en una serie como 'El Silencio' no es que haya sorpresas, sino su capacidad para mantener la tensión, el cómo se ha hecho todo", indica.

Gabilondo, que cuenta con una exitosa carrera en la televisión asegura que entró al mundillo creyéndose el mito de que "en la tele se hace todo por la audiencia" pero su imagen ahora es diferente. "Entré en la tele despreciándola, pero me ha educado. La tele aligera el peso de las vidas duras", asegura. De hecho, Gabilondo cree que la creatividad audiovisual en España aún no está donde merece. "Los guionistas españoles son súper currantes, hemos currado durante muchos años sin ningún tipo de reconocimiento social aunque ahora gracias a la eclosión de las series, esa situación es diferente", zanja.