Muerte por chocolate (electoral)
Los riesgos de inundar de anuncios los discursos cuando ni siquiera ha empezado la campaña electoral
Los riesgos de inundar la campaña de anuncios, por José Luis Sastre
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Madrid
Algunos restaurantes sirven un postre que se llama muerte por chocolate y algo así nos están sirviendo. Pero como entrante: antes incluso de que haya empezado la campaña. Una especie de muerte por anuncio electoral. Justo cuando las encuestas apuntaban que la vivienda era un problema, se pusieron a llover los anuncios de Pedro Sánchez. Movilización, construcción, avales.
A Unidas Podemos estas medidas le parecen mal y las critica, con el argumento de que, sin ellos en el ejecutivo, el PSOE haría lo mismo que el PP. Ocurre que muchas de estas medidas las impulsa un consejo de ministros en el que está Unidas Podemos.
Al PP las medidas le parecen bien pero el gobierno le parece mal. Las medidas le parecen bien pero se quejan de que el gobierno les copia. Y así es como las medidas que le parecen bien en realidad le parecen mal.
El gobierno cree que si controla los anuncios controla la agenda, aunque hay tantos anuncios que uno puede perderse. Puede perderse y hasta preguntarse: si dicen que no son elecciones en clave nacional, ¿cómo es que hay tantos anuncios en clave nacional? Está también el riesgo -si anuncias tanto y tan de golpe- de que te digan por qué no llegaron antes las promesas. El gobierno se expone a que se lo digan, y se lo dicen. Por ejemplo, Cuca Gamarra.
El gobierno, más que con eslóganes, va con listas para recapitular: ayudas, avales, pisos, promociones, formación profesional, interrail, ayudas directas a la agricultura que hace sólo unos días no estaban y que, sin embargo, llegan el día en cuya noche empieza la campaña. Y más anuncios, como el de Yolanda Díaz para cambiar el marco laboral y que haya trabajos al aire libre que no puedan hacerse en los peores picos del calor. A las pocas horas de ese anuncio, el ministerio de Ione Belarra hizo saber que su departamento propondrá mañana las comunidades medidas para proteger a la gente del calor.
La carrera está en marcha y aún no hemos llegado ni al restaurante. Qué será cuando acabe la campaña y nos quieran sacar de postre la muerte por chocolate.
