Dormir al "puto raso" por 150 euros la noche
Es un proyecto único en España. Nada de cúpulas transparentes, ni de casas sobre los árboles: dormir al raso en una cama que podrías encontrar en un hotel de 5 estrellas, pero en mitad de una pradera sin paredes. Sin nada. Cualquiera te puede ver, pero es que por allí no pasa nadie. 1.500 estrellas se llama el negocio de solo 3 camas en un pueblo de 30 habitantes de Castilla y León
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Madrid
"Lo que es dormir al puto raso, perdona la expresión, no lo hay como esto" y "esto" es pleno campo con las puestas de Sol como cortinas y la noche como pared. Aquí lo único que hay son vistas 360 grados. Salvo una pequeña tarima, también el suelo es pura pradera.
Javier Herrera quería dar una vuelta de tuerca al turismo rural, ser innovador y diseñó el proyecto e incluso las camas que llevan un original dosel: "una cama de matrimonio de 1´50 con tus sábanas blancas, tus mesillas... Todo es luz solar. Tus duchas también solares al aire libre siempre con el agua que emana de un manantial que hay ahí". Tan sostenible como sencillo.
Ni lobos, ni mosquitos
El tipo de turismo que se inventó una noche Herrera es tan extraño que la única manera de registrarlo legalmente fue asociarlo a una casa rural cuyas habitaciones esperan a los que se aventuran y reciben la visita de la lluvia o de los temores nocturnos que no es nada frecuente, pero ha ocurrido como recuerda Javier: "una pareja, un chico y una chica, que a la una de la madrugada me llamaron diciendo que tenían miedo y eso es insuperable. Cuando uno tiene miedo lo tiene y no vale que tú le digas que no pasa nada". Para estos casos siempre hay en reserva una habitación convencional con sus interruptores, sus paredes, sus llaves...
A 12 grados en verano
Javier sabe que este negocio de tres camas de lujo en mitad de un páramo no es para todos los públicos. Aquí no hay lobos, ni mosquitos. El animal más fiero son las ardillas y el fresco, incluso en pleno mes de julio: "en verano, en la noche sobre todo al amanecer puede bajar a 11 o 12 grados y para eso tenemos edredón. Pero no se pasa frío".
1.500 estrellas a ojo
Puedes ver y te pueden ver; pero ya es difícil encontrar gente en las escasas calles de este pueblo, de Mélida, de solo 30 habitantes como para ir de visita al prado a ver turistas. Lo único que se divisa desde cualquier punto es el castillo de Penafiel y las estrellas. "El nombre viene porque mi padre me decía que a ojo se podían ver 1500 estrellas en el cielo". Javier Herrera sospechaba que no era verdad, pero aquella historia hoy da nombre a esos sueños al raso más literal. A 150 euros la noche.
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Toñi Fernández
Edición Hora 14, sección de reportajes, Hoy por Hoy reportajes, Gerente de comunicación y jefa de prensa...