Juan Sanguino: "Mónica Naranjo le dio al colectivo gay el orgullo de sentir que podían ser ciudadanos relevantes"

Madrid

Un productor musical rechaza a Mónica Naranjo por considerarla "música para chonis". Poco después, la artista vende un millón de copias de 'Palabra de mujer'. ¿Qué ha pasado entre esos dos momentos? El periodista Juan Sanguino construye un retrato sociocultural con 'Apriétame más fuerte' (Lengua de Trapo) sobre la transformación de la industria musical en España a través del recorrido artístico de Mónica Naranjo. Sanguino atiende a los micrófonos de la Cadena SER, en Hora 25 con Aimar Bretos.

"Además de contar la historia de lo que costó sacar este disco, es sobre todo un ensayo sociocultural del impacto que tuvo el disco. Construyó el concepto de "mercado gay". De repente el concepto fue aceptado por el sistema. Mónica Naranjo funcionó mucho en el extrarradio. En los márgenes de la sociedad (...) La cultura poligonera ha conquistado completamente la cultura de masas", explica el periodista.

¿Qué le dio Mónica Naranjo al público gay?

"Una razón de vivir. La conexión del público gay con las divas es muy compleja. El público gay es muy exigente, pero luego da mucho también. Es muy leal. Sigue teniendo un núcleo duro de fans gays y yo creo que les dio un vehículo para gritar, para sacar la pluma, bailar todo lo afeminados que quisieran y sobre todo les dio el orgullo de sentir que podían ser ciudadanos relevantes, válidos, al menos en cuanto a que eran ciudadanos consumidores. Eso luego saltó al público general", relata Sanguino.

El periodista ha recabado la opinión de muchísima gente para redactar este libro. Prácticamente todos coinciden en que Mónica Naranjo es "tremenda". "Ella era una mujer contestataria, rebelde, ella no podía dejar que la maquillase cualquiera. Ella estaba empeñada en decir que la industria musical es cruel con los artistas, dura, se cagaba incluso en 'Sony Music'. Por lo que he hablado con gente de la empresa acabaron un poco cansados", dice el escritor.

La personalidad de Naranjo

Sanguino cuenta que 'Sony' asumía las reacciones incendiarias de la artista contra la discográfica porque mucha gente, precisamente por afinidad con ella, acababa comprando sus discos de los que se llevaban un porcentaje. "Mónica era la que tiraba de la manta", añade. "Mónica Naranjo combinaba la tradición coplera española con frases de mujer despechada. Mezclar todo eso con el bacalao, con el chunda chunda, es fácil decirlo, pero no hacerlo. Fue este disco, pero podría ser otro. La rabia con la que cantaba este disco le dio al público gay la rabia que tenía", afirma.

El periodista sostiene que Mónica Naranjo era "apolítica" en las formas, pero "profundamente política en el fondo". "Ella no cantaba necesariamente de temas sociales. Ella no se pronunciaba. Su existencia era política. Ella tenía que cubrirse las espaldas, pero luego era rabiosamente feminista. Era muy sexual, pero no era como Marta Sánchez, no para la mirada masculina, sino buscando su propio placer", asegura. "A mí todo lo que confluía ahí de colectivo gay, mujer indómita y cultura de barrio me interesaba mucho para hablar de ese disco. Creo que ni siquiera los que disfrutamos de esas canciones nos paramos a pensar en lo que significan", añade.

"Mónica unificaba mucho. El sueño de cualquier discográfica es que vayan todos: pijos, chonis, maricas, tu padre", sentencia.