El Ejército ruso lanzó durante la pasada madrugada un nuevo ataque sobre Kiev, el octavo en lo que va de mes, que ocasionó al menos tres heridos y que, según las autoridades, tuvo una «intensidad excepcional». «¡El octavo ataque aéreo sobre Kiev desde principios de mayo! Esta vez, el enemigo lanzó un ataque complejo desde diferentes puntos simultáneamente, utilizando vehículos aéreos no tripulados, misiles de crucero y probablemente misiles balísticos», afirmó este martes Serhiy Popko, jefe de la Administración Militar de Kiev. El ataque nocturno «fue excepcional en su densidad», ya que se trató del lanzamiento del mayor número de misiles en el periodo más corto hasta ahora registrado, precisó Popko en una declaración que reproducen las agencias locales. Según informaciones preliminares, «¡la gran mayoría de los objetivos enemigos en el espacio aéreo de Kiev fueron detectados y destruidos!» por el Ejército ucraniano, destacó el responsable militar. Los bombardeos afectaron a construcciones de los distritos capitalinos de Solomyanskyi, Shevchenkivskyi, Svyatoshynskyi, Obolonskyi y Darnytskyi. Los mayores daños se produjeron en el distrito de Solomyansky, donde se desencadenó un incendio en un edificio no residencial que afectó a varios automóviles de la zona y al menos tres personas resultaron heridas, según confirmó el alcalde de Kiev, Vitalii Klitschko. Trozos de otro misil, presuntamente interceptado por las fuerzas ucranianas, cayeron en el zoológico de la ciudad, en el distrito de Shevchenkivskyi, donde se evalúan aún los daños. Según relata un tuitero desde Kiev que acompaña un vídeo, «los animales en el zoológico no resultaron heridos por los rusos. Un fragmento del cohete dañó los árboles, pero ya se quitaron todas las ramas rotas». El nuevo bombardeo se produce tras la vuelta al país del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien ha realizado durante los últimos días una gira internacional que le ha llevado a visitar Italia, el Vaticano, Alemania y el Reino Unido en busca de apoyo político y militar para defenderse de la invasión rusa.