El presidente de Colombia admite ahora que "no se puede confirmar" que los cuatro niños que viajaban en el avión estrellado sigan con vida

Bogotá

El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha admitido este jueves que continúa la búsqueda de los cuatro niños que desaparecieron en un accidente aéreo ocurrido en las selvas del sur del país hace 18 días, al tiempo que ha lamentado que en un primero momento él aseguró que había sido hallados con vida, una información que ahora confiesa que "no ha podido ser confirmada".

El jefe de Estado anunció este miércoles en Twitter que "después de arduas labores de búsqueda de nuestras Fuerzas Militares, hemos encontrado con vida a los cuatro niños que habían desaparecido por el accidente aéreo en Guaviare". Lo anunció después de que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) asegurara ayer en un comunicado que recibió información de que los menores de 13, 9 y 4 años, además de la bebé de 11 meses fueron hallados con vida.

Pero este jueves, Petro, que utiliza las redes sociales para informar sobre asuntos clave del Gobierno, ha escrito lo contrario: "He decidido borrar el trino (tuit) debido a que la información entregada por el ICBF no ha podido ser confirmada. Lamento lo sucedido".

Un comunicado erróneo

"En la tarde de este 17 de mayo (...) se recibió información proveniente de territorio que asegura el contacto con los cuatro niños y niñas que hacían parte de las personas que se transportaban en la aeronave", señaló el ICBF en un comunicado. El organismo, que trabaja por la prevención y protección integral de los niños y adolescentes, señaló que los menores, según ese reporte hecho por comunidades indígenas, "habían sido hallados con vida y que también gozan de buen estado de salud".

Pero las Fuerzas Militares, que son quienes lideran las labores de búsqueda, no han podido confirmar el hallazgo y siguen insistiendo en que continúan buscándolos en esta zona remota y frondosa del país con un clima muy adverso. Por el momento han hallado la aeronave con los tres cuerpos de los adultos que viajaban junto a los cuatro niños y algunas pistas de los menores como un refugio improvisado en la selva, unas tijeras y un biberón del bebé.

Encontrarlos, la prioridad

Petro ha añadido en su mensaje de este jueves que las Fuerzas Militares y las comunidades indígenas continuarán en "su búsqueda incansable para darle al país la noticia que está esperando". Igualmente ha recalcado que "en este momento no hay otra prioridad diferente a la de avanzar con la búsqueda hasta encontrarlos. La vida de los niños es lo más importante".

Petro le ha ordenado este jueves a la directora del ICBF, Astrid Cáceres, viajar al selvático departamento del Guaviare para continuar con la búsqueda de Lesly Mucutuy, de 13 años; Soleiny Mucutuy, de 9; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 4, y de Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, de 11 meses. Por otro lado, las familias Mucutuy Valencia y Mendoza Hernández han rechazado la desinformación que ha circulado y pidieron respeto ante las falsas expectativas que se han generado.

"La salud física y emocional no es un juego que pueda ser borrado y/o fácilmente olvidado", dice un comunicado de las familias divulgado por medios locales. En el documento se añade: "La persecución de los medios de comunicación para dar declaraciones no solo desconoce nuestros derechos, sino que violenta y aviva el dolor".

Igualmente, han agradecido a la empresa Avianline Charter's y a las entidades que han apoyado la búsqueda de sus seres queridos. "Solicitamos a todas las entidades competentes que adelanten las debidas diligencias y las investigaciones que haya a lugar para que se determinen las causas del siniestro", concluye el comunicado.

Búsqueda del avión en la selva

El lunes pasado el avión Cessna 206, operado por la compañía Avianline Charter's, sufrió un supuesto fallo en el motor cuando volaba entre Araracuara, una remota localidad ubicada en la frontera entre los departamentos de Caquetá y Amazonas, y San José del Guaviare, capital del departamento de Guaviare. Posteriormente fue localizado en una zona rural del caserío Palma Rosa, que hace parte del municipio de Solano (Caquetá), con tres de sus ocupantes fallecidos.

El accidente ocurrió es una espesa y lluviosa zona que hace más difíciles las labores de búsqueda que realizan más de 100 miembros de las Fuerzas Militares, junto a tres caninos entrenados en búsqueda y rastreo, así como indígenas de la región, todo apoyado por helicópteros. Lo último que encontraron el Ejército y la Aerocivil fue "un refugio construido de manera improvisada con palos y ramas", donde fueron halladas unas "tijeras y unas y moñitas que usualmente emplean las mujeres para sujetar el cabello", e incluso trozos de frutas que supuestamente pudieron ser consumidos por los niños.

Antes, en otro lugar, un perro que forma parte de la búsqueda halló un biberón, que se presume fue utilizado para alimentar al bebé. El avión fue encontrado de cabeza, lo que indica que la tripulación pudo intentar posarse de emergencia sobre gigantescos árboles de raíces enormes.