La policía investiga a más de 30 sospechosos por formar parte de una red de fraude electoral en Melilla a través del voto por correo

Madrid

Los juzgados de Melilla investigan bajo secreto de sumario una supuesta red de compra del voto por correo en la ciudad autónoma. Según fuentes de la investigación consultadas por la SER, han hallado indicios de la participación de entre 30 a 50 personas en una “estructura mafiosa” que, a través de la compra de cada voto “a cambio de 100 euros” pero también utilizando la “coacción y la intimidación”, pretende amañar las próximas elecciones autonómicas en Melilla.

Los datos son significativos. Mientras en el resto de España el voto por correo representa el 2% del total, en Melilla el porcentaje alcanzaba ayer el 17%. En números absolutos han sido solicitados 10.000 votos por correo en Melilla, cuando en total suelen votar poco más de 33.000 de los 61.000 censados en la ciudad autónoma. Por tanto, el fraude puede representar a un tercio del electorado real, subrayan las fuentes del caso, y suponer de 6 a 8 diputados amañados.

Existencia de "captadores"

El fraude del voto por correo es posible porque si bien es necesario identificarse personalmente para solicitarlo, pueden delegar la emisión en otro elector, por lo que los investigadores tienen indicios de la existencia de “captadores” con paquetes de cientos de votos que ofrecen al mejor postor, sostienen las fuentes jurídicas consultadas.

La red utiliza supuestamente a desempleados y drogodependientes en el primer estrato de captación. A un nivel superior se encuentran los captadores y finalmente quienes pagan por el servicio, que según las estimaciones de los investigadores pueden desembolsar este año en Melilla cerca de un millón de euros solo en la compra de votos. Las sospechas de fraude, según los investigadores, se centran en Coalición Por Melilla, pero también apuntan a “algún otro partido”, afirman las mismas fuentes.

La trama ha llegado a asaltar hasta a 6 carteros que iban a entregar el voto solicitado por ciudadanos que no habían accedido al fraude. Tanto la Policía como la Guardia Civil han tenido que acompañar desde la semana pasada a los funcionarios de correos en las entregas sucesivas para evitar hechos similares.