"Tema" es el tema

Cuando supe que 'El Faro' iría sobre la palabra "tema" empecé a pesar en cuántos temas hemos hablado jueves a jueves. Y cómo de cada tema sale otro. Y de qué manera un tema se nos abre hasta llegar a donde no esperábamos. Los temas que me gustan son aquellos que llevan dentro expectación y rematan en un asombro. Qué importante es tener tema para casi todo, incluso para dejarse llevar o perder el tiempo (que es una gimnasia que se aprende con el tiempo). Hay temas a valorar, temas frecuentes, temas históricos, temas íntimos, temas de todos. También hay temas poéticos. Recuerdo unos versos de Jorge Riechmann que dicen: "donde encuentres la raíz de una verdad/ no temas soltarla/ porque, como cualquier tesoro, la perderás". Eso es un temazo.

Con "tema" también salen unas expresiones muy graciosas y algo macarras, pero con las que nos entendemos todos. Tú recordarás esto de "Aquí hay tema". O esta otras: "Ese (o esa) quiere tema". Son expresiones que no tienen edad, aunque ahora que las digo aquí en voz alta dan algo de pudor. A mí me suenan a adolescencia estirada más allá de la edad que le corresponde. Luego está el "temazo". Yo lo sigo diciendo cuando una canción me gusta mucho.

Y también está el verbo temer, claro. Porque "tema" es presente de subjuntivo. Quien no tema algo está perdido. No digo que el miedo sea bueno, pero un cierto miedo da cautela, da distancia, da dos vueltas a la idea. Recuerdo ahora a Bukowski, que es un poeta al que hace años que no leo, pero unos versos suyos dicen algo así: "No temas, dicen que todo duele,/ pero lo único que duele es no sentir nada". Así que teme, pero no temas demasiado. Que la noche no sea noche más allá de la noche.