Leonardo DiCaprio, en Cannes: "La relación con Scorsese me cambió, es el director más influyente de nuestro tiempo"

Cannes

Martin Scorsese ha dado solemnidad a la historia americana, es que se fundamenta sobre varias tragedias perpetradas por el hombre blanco. Una de ellas, poco o nada contada, es la de los indios Osage. Es el tema de Killers of the flower moon, adaptación del libro de David Grann que tuvo una gran ovación en el Festival de Cannes y que llegará a los cines el próximo octubre. "Lo que vivimos anoche fue una combinación de muchos años de trabajo y de una extraordinaria acogida donde nos sentimos muy amados. Hemos venido juntos y anoche fue todo muy emotivo, me llegó al corazón", decía el director en una rueda de prensa que empieza silenciosa, pues la prensa solo grababa con los móviles la entrada del veterano director ganador aquí de una Palma de Oro en 1976 con Taxi Driver. "¿Que por qué me arriesgo a mi edad? ¿Qué otra cosa voy a hacer? ¿Algo cómodo?", decía el director sobre esta propuesta que ha generado muy buenas críticas.

"Es bonito volver de nuevo", decía Robert de Niro, actor que ha acompañado a lo largo de su carrera a Scorsese y que en esta película interpreta al malo. "No entiendo a mi personaje, de verdad, que no lo entiendo", decía sobre la traición que comete a los Osage, una comunidad que ha venido por vez primera al certamen francés. En la mesa estaba también el líder de la comunidad con quien Scorsese tuvo muchas reuniones y encuentros para confeccionar esta historia desde la humildad, el respeto y lo común: unos valores sobre cómo vivir hoy en día. “Cuáles son los valores sobre el amor, el respeto y la tierra. No me refiero en este momento a una cuestión política, sino a entender realmente cómo vivir en este planeta. Y descubrí que esos valores eran muy importantes para mí. Hablar con ellos y todo el proceso de documentación me ha reorientado en cuanto a lo que estamos haciendo aquí en la tierra”, explicaba Scorsese que ha contratado a muchos de estos nativos para trabajar en el filme. Algunos de ellos ayudaron a aprender el idioma a De Niro y DiCaprio, otros a tejer los vestidos. También les abrieron las puertas de su reserva para poder rodar.

La película, de tres horas y media de duración, cuenta la desaparición de la Nación Osage. En 1870, los desplazaron de sus tierras a un rincón de las Grandes Llanuras de Oklahoma, una tierra que en los años veinte del siglo pasado escupió el petróleo que lo cambió todo otra vez. Fue a principios de esa década cuando la reserva de los Osage se convirtió en la tierra más rica del mundo. Allí llegaron hombres blancos a trabajar y a casarse con las mujeres de esta nación, que necesitaban un tutor legal para poder gastar el dinero. Para paliar la prosperidad de la que disfrutaban estos nativos, un grupo de blancos fueron asesinándoles poco a poco para quedarse con sus propiedades. Un exterminio que tiene que ver también con el racismo hacia los afroamericanos que ha vivido el país. “Nos hicimos mucho más conscientes de este racismo sistémico después de George Floyd. Lo que pasó allí nunca lo supimos, nos enteramos de la masacre de Black Wall Street mientras rodábamos. Es la banalidad del mal. Es lo que tenemos que tener en cuenta. Ya todos sabemos de quién voy a hablar, pero no voy a decir el nombre porque ese tío es estúpido. Bueno, sí, Trump. Es algo sistémico y esa es la parte que más asusta”, insistía De Niro.

Otro actor fetiche del director, Leonardo DiCaprio, con quien ha trabajado en títulos como El aviador o El lobo de Wall Street, insistía en la necesidad de contar esta historia. "Es un momento muy importante, sobre todo para la comunidad Osage que no acogió y que ha podido contar la historia con esta adaptación de la novela. Estar aquí con ellos para contar una tragedia tan personal de toda su comunidad ha sido hermoso, es algo que nunca, nunca olvidaré". La idea de adaptar la novela fue de DiCaprio que convenció a Scorsese y De Niro y juntos se enrolaron en una de las que será la película de la temporada, financiada por Apple TV, pero que tendrá estreno en cines.

Pero la que más ovación recibía tras la proyección fue la actriz Lily Gladstone, nativa americana, a quien descubrió Kelly Reichardt en Certain Woman y quien estaba apunto de dejar la interpretación hasta que llegó esta historia, contada desde el punto de vista diferente a la novela, donde el FBI no es el salvador de nadie, algo que gustó a la comunidad Osage. “Lo que hicimos trasciende lo antropológico. Somos artistas, somos narradores de historias, nos adentramos en la humanidad, y los pueblos originarios están acostumbrados a que vengan antropólogos curiosos a contar lo que hacemos. Pero estos artistas que están conmigo se preocuparon por contar una historia que traspasara ¿Por qué diablos el mundo no sabe de estas cosas? Nuestras comunidades siempre han estado ahí, necesitamos estos aliados. Necesitamos estos aliados. Ellos estaban allí como seres humanos, no como alguien que estudia a la gente. No hay otra forma de contar estas historias. No hay otra forma permitir que el mundo en el que te encuentras dé forma a lo que dices”, intervenía Lily Gladstone, que ya es favorita para la carrera de premios en una industria que no ha dado voz a esta comunidad nativa.

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"Al principio le pregunté cómo se iba a acercar a la historia, y me dijo que la iba a contar centrándose en la relación de confianza y traición hacia Molly -el personaje de Lily Gladstone- y la traición de los demás. Mi gente ha sufrido mucho hasta ahora, los efectos de aquello, pero lo que puedo decir es que Martin Scorsese ha mantenido esa confianza", respondía el líder Osage que mostraba una gran sintonía con el director de Casino. Scorsese se aleja de elevar al FBI, de contar una historia policial sin más, no le interesa, dice, el quién lo hizo, sino por qué se hizo y el qué. Una tragedia terrible que ha manchado a la democracia americana y que es la mirada de los indios Osage. Por eso, le han agradecido una y otra vez la escucha y la generosidad al director neoyorquino. "Comparto con ellos los valores de cómo vivir en este planeta en este momento", señalaba.

La película se gestó en plena pandemia del Covid. "Todos estuvimos vacunados", respondía el director. Y va a estrenarse en plena guerra de Ucrania. "Las generaciones más jóvenes no se acuerdan de la Segunda Guerra Mundial y lo que pasó con Polonia y lo que pasó antes en ese lugar con Napoléon. Y lo que vuelve a pasar ahora. Lo más importante es la libertad de expresión, algo que ofrece occidente, pero la cultura occidental también tiene cosas malas. El dinero es más importante de lo que debería ser", reconocía un director que ha hecho de su filmografía un tratado sobre la avaricia que provoca el sueño americano del capitalismo salvaje. Ese que hace que estos personajes quieran más y más dinero. "Lo más profundo ahora mismo es mantener esos valores importantes en la sociedad. La libertad de expresión es lo más importante".

El respeto por el director también se traspasaba a DiCaprio que lo señalaba como uno de los directores más influyentes del cine mundial y un defensor del cine. "Crecí viendo las películas. Ha influido todo lo que he hecho como actor, pero también en toda nuestra industria", decía. "Nuestra relación no solo me ha cambiado a mí, sino que ha influido a una generación de actores con la que he crecido. Marty y su pasión, su deseo por contar la verdad en sus historias, por muy feas y sucias o raras o incómodas que sean, es lo que le ha convertido en un maestro y en uno de los grandes directores, que no tiene parangón. Es un director único en nuestro tiempo y sigue haciendo películas increíbles que cuentan historias importantes, como ésta", señalaba sobre un filme que dará mucho que hablar en toda la temporada y que, esperemos, cambie la narrativa en torno a los nativos americanos.

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