Cannes 2023 | Nanni Moretti emociona con 'El sol del futuro', una comedia donde los comunistas son los buenos y Netflix, el malo
El cineasta italiano, a ritmo de Franco Battiato, reactualiza su éxito 'Caro diario' en el Festival de Cannes con una película sobre el poder del cine
Cannes
Este es un Cannes de homenajes y despedidas y ajustes de cuentas. El director italiano, Nanni Moretti ha derrochado música, baile, reivindicación política y cine con una comedia deliciosa y divertida con mucha intención. Ganador de la Palma de Oro con La habitación del hijo, el director vuelve a la comedia en un claro homenaje a dos de sus películas más celebradas: Caro diario y April. Hasta en el cartel de El sol del futuro, Il sol dell'avvenire es el título original, hay un claro homenaje a esas películas en las que un director de cine en crisis, interpretado por sí mismo, se propone a rodar una película.
En April, el alter ego de Moretti, preparaba un musical sobre la Italia de los años cincuenta, mientras participaba en un documental sobre la política italiana justo cuando Berlusconi era el favorito para ganar las elecciones. De esa película es la frase, "D'Alema, dì qualcosa di sinistra!", donde el personaje veía un debate electoral y gritaba al candidato del equivalente al Partido Socialista, y le pedía que dijera algo, lo que fuera, de izquierdas. En Caro diario, Moretti homenajeaba a Pasolini, a Morricone con la música de Battiato y mostraba las obsesiones del creador a bordo de su vespa. Ahora en El sol del futuro, Moretti es un director que va a rodar un musical sobre la historia del Partido Comunista Italiano.
Moretti usa la comedia para hacer una de las películas más políticas de este festival, donde deja claro que el cine y la política no van separados. Nunca lo han sido y que el cine es el lugar donde la política puede hallar un final feliz. Una historia del cine dentro del cine, donde Moretti rueda un filme musical sobre el Partido Comunista Italiano, al que director fue cercano. Silvio Orlando -habitual actor del cine de Moretti, es Palmiro Togliatti, el secretario del Partido Comunista Italiano que, en los años 50, recibe a un circo húngaro de gira por Italia, en plena Primavera de Praga. En ese momento, el partido debe decidir si ponerse de lado de la URSS o cuestionar lo que había pasado en Budapest. Pero el rodaje es un horror, el productor francés, fabuloso y divertido Matthieu Almaric, es un fraude, y solo podría salvar la película el dinero de Netflix. A todo esto, su mujer está a punto de abandonarle por ególatra y algunas cosas más.
La comedia para situar a Netflix en su sitio, para dejar claro la importancia que tiene contar historias y saber cómo contarlas. Es divertidísima la escena en la que Moretti corrige el rodaje de un director joven imbuido por el uso de la violencia, o cómo termina su propia película. Y es que, en estos momentos, donde parece que nada importa, el cine del italiano se centra en mostrar la complicidad de cineastas, actores, actrices y también espectadores, con los relatos que acaban modelando lo que somos. El cine cómo arma para contar la vida, para cambiar la historia. "Stalin no aparece en mi película", sentencia el autor en una divertida escena en la que recrean una sede comunista de 1956. Homenaje a Gramsci y también a Trosky y, por supuesto a todo el cine italiano, porque el cine, parece decirnos Moretti, es la única patria capaz de salvarnos.
Mientras Moretti ve películas, se enfrenta a su vida diaria e íntima -crisis de pareja y una hija que va a casarse con un anciano- y baila al ritmo de Franco Battiato, como ya hacía en Vaselina roja, aquel filme sobre el waterpolo, deporte que Moretti siempre ha practicado. Los críticos podrán quejarse de ego, pues Moretti está en todos los planos del filme. Él, sus reflexiones y sus parrafadas. Pero es precisamente eso de lo que también se ríe el autor, que pierde por eso su matrimonio.
El título es un verso extraído de 'Fischia il vento' (Sopla el viento), una canción partisana italiana que, junto con 'Bella Ciao', es una de las canciones más famosas de la Resistencia. Hermosa metáfora de esta película sobre la voluntad de seguir adelante, aunque los vientos sean contrarios, de oponerse a las modas -cinematográficas, políticas o personales- y seguir remando hacia adelante. La utopía comunista es posible, a pesar de que el PCI desapareciera en Italia.
Están todos los temas tratados y queridos por el director: desde la política hasta la relación de pareja, pasando por pasando por la psicoterapia y el trabajo en los platós. Mezclando drama y comedia, melancolía e ironía, Moretti inserta muchas autocitas en su película, de esas que elgrana. los muchos fans del director. Y es que la película puede leerse como una especie de cierra y despedida, de homanaje a su cine, pues en el filme hay una reflexión sobre el fluir del tiempo y también un resumen de toda una filmografía dedidacada a hablar del cine, de política, de Italia y de la humanidad.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...