Carlos Núñez: "Borges decía que los hombres siempre hacen planes como si fueran inmortales. Pero, resulta que todo se acaba, absolutamente todo"

Madrid

Les Luthiers son uno de los grupos más emblemáticos en la producción de música y humor en castellano. Han publicado cerca de 150 obras en las que combinan las partituras musicales y las ocurrencias cómicas con la perfección y minuciosidad de los tiempos. Todas, han sido recopiladas por Carlos Núñez, uno de los Luthiers originarios, en su libro: "Memorias de un Luthier", publicado por Libros del Kultrum, siendo un archivo en donde se guardan las memorias del grupo.

Les Luthiers ha experimentado grandes cambios desde su inicio, lo primero de todo, el nombre, se llamaban “I Musicisti” (i musiquisti) e integraban la formación, entre otros, Marcos Mundstock, que era quien leía la introducción, Jorge Maronna, Gerardo Masana, y Carlos Núñez Cortés. Este último, explica en su libro la primera escisión del grupo, la época en "La Fussa" con Vinicius y Toquinho, la génesis apresurada de tres días sin dormir de uno de sus mayores éxitos, El adelantado Don Rodrigo Diaz de Carreras o el plagio inverso y amoroso de Kevin Johanssen.

Núñez Cortés relata la evolución del grupo, donde comenzó siendo un grupo de jóvenes estudiantes ensayando en los claustros universitarios, pasando por pequeños teatros realizando su primer concierto, que consistía en una ópera. "Le Luthier nació como un producto de universitarios que se juntaban a cantar con ese cúmulo de hormonas unidos por amor a la música clásica. Lo que era inevitable que comenzáramos a unir la música y el humor."

Pero, sin duda, para el ex-Luthier uno de los momentos más especiales de su carrera con el grupo musical fue la entrega del premio Princesa de Asturias, destacando la labor de comunicación y humor dirigidos al público como bien de interés cultural. Ya que, a pesar de la aparente facilidad de combinar la música con el humor, es un trabajo que requiere de esfuerzo y meticulosidad. Carlos comenta que una de las cosas más complicadas que ha realizado en su vida, aparte de enfrentarse a algún instrumento informal que inventaba algún compañero, ha sido componer un concierto para piano y orquesta. Peor, que reconoce que es de las mejores cosas que ha hecho: "pianistas somos muchos, pero hay muy pocos que tienen la oportunidad única en la vida de tocar el piano con una orquesta sinfónica atrás, eso es casi mágico, y además es carísimo. Así que tocar en el teatro colón de Buenos Aires, además de ser lo más difícil que he hecho en mi vida, es lo más placentero que he hecho".

El artista también explica su punto y final en su etapa artística haciendo referencia al escritor argentino, Jorge Luis Borges: "Borges decía que los hombres siempre hacen planes como si fueran inmortales. Pero resulta que todo se acaba, absolutamente todo, se extinguen las especies y los artistas". Con 75 años a mis espaldas les confié a mis compañeros que estaba cansado y les propuse cuando cumplimos las bodas de oro nos despidiéramos del publico en un recital en medio de la ciudad de Buenos Aires y les dijéramos adiós. Pero, mis 4 compañeros me miraron como si estuviera loco y me dijeron: "Pero, si esto recién empieza". Carlos recuerda su última función como Luthier en 2017 en uno de los mejores espacio para poner el broche final a su vida artística, el teatro romano de Mérida: "fue un final realmente hermoso para mí. Luego me retiré con mi premio Princesa de Asturias y me fui a disfrutar de mi casa y un merecido descanso".

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