El régimen de Ortega en Nicaragua declara la guerra a los periodistas y las ONG
Daniel Ortega ha ordenado el cierre y la confiscación de más de mil ONG y asociaciones de prensa de Nicaragua, en una nueva ola represora que le ha llevado a ilegalizarla Academia de la Lengua
Madrid
Solo en una semana, el régimen Nicaragüense de Daniel Ortega, ha echado el cierre a 26 organizaciones no gubernamentales sin ánimo de lucro, así que lleva más de 3.500 en los últimos cinco años. Las organizaciones civiles dicen que estas medidas del presidente de Nicaragua tienen como destino eliminar todo espacio en la sociedad civil dedicado al debate, la solidaridad, la intelectualidad. Movimiento que Ortega ve como una amenaza a su figura y que también le ha llevado a dejar inoperativas universidades, atacar a periodistas independientes, muchos como Aníbal Toruño, el que fuera director de Radio Darío.
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Ha ilegalizado asociaciones de artistas, agricultores, mujeres, religiosos y cualquier organismo que realizara labores sociales solidarias, fuera del gobierno, incluida la Cruz Roja, cuyas instalaciones cerró y confiscó, tras aprobarse una ley en el parlamento del país, donde Ortega tiene mayoría absoluta tras unas elecciones fraudulentas en las que se alzó líder y señor absoluto. Desde el año 2018, las autoridades del Ministerio de Salud prohibieron la atención en hospitales públicos de manifestantes heridos en las protestas contra Ortega, muchos fueron rescatados y evacuados, mientras la policía seguía disparando. La Cruz Roja se encargó de este rescate, y operaba en el país desde 1931, ofreciendo ayuda y apoyo en emergencias, accidentes y desastres naturales, con una red de colaboradores superior a las 2000 personas.
La Iglesia católica, enemiga de Ortega
La Iglesia católica también fue considera enemiga de Daniel Ortega, por cuestionar la represión del 2018, forzando al exilio a sacerdotes y a otros metiéndolos en la cárcel, confiscando también bienes de la Iglesia, al igual que ha hecho con los periodistas e intelectuales.
Unos días después de cerrar las oficinas y dispersar a los voluntarios de la Cruz Roja, el gobierno distribuyó panfletos informando de la nueva cruz roja en funcionamiento bajo el mando de la mujer de Ortega, y publicando las cuentas corrientes de los bancos a los que podían pagar por los trámites como conseguir un permiso de conducir. El Ministerio de Salud, es quien ahora dirige todos los servicios supuestamente solidarios y maneja las donaciones financieras.
Una política de Estado, la del antiguo líder sandinista, destinada a sacar la participación ciudadana de cualquier establecimiento y servicio social.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con...