La campaña electoral se convierte en un caldo de cultivo para los bulos
La desconexión de la política y la proliferación de noticias falsas favorecen la desinformación, especialmente en las redes sociales.
La campaña electoral se convierte en un caldo de cultivo para los bulos
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Madrid
Entrar a cualquier red social en estos días conlleva el riesgo de encontrarse con una media verdad o directamente con una mentira que tenga que ver con las elecciones del 28M. Los bulos están cada vez más a la orden del día, pero en épocas de especial intensidad política, como es el caso de una campaña electoral, es difícil esquivarlos.
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Ninguna red social escapa a su difusión. Twitter, Tiktok, Telegram, Whatsapp, incluso Instagram están plagados de información sobre las elecciones, no siempre rigurosa. "Esto es la sede de UGT, todo esto que ves son argelinos, musulmanes y demás que están pidiendo papeles para votar. A ver si sale el PSOE otra vez", dice un grupo de extrema derecha en un vídeo subido a Telegram. El contenido es falso, lo único que hacen esas personas es acudir a un examen oficial de conocimientos sobre España con el que poder obtener la nacionalidad, pero quien no lo sepa puede llegar a creer lo que ve. Como este, hay miles de videos de todo tipo que llegan a nuestros móviles cada día.
Reportaje EP74 | 28M: esto es todo amigos
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Esta misma semana, el PSOE de Cuenca ha presentado una denuncia ante la Policía Nacional por un posible delito con responsabilidad penal por la difusión de bulos a través de las redes sociales en las que se acusa a los socialistas conquenses de comprar votos en la Casa del Pueblo.
Pero las redes sociales no son el único foco de bulos, los políticos también se encargan de difundirlos. En 2021, el entonces líder del PP, Pablo Casado, aseguró que en Cataluña había alumnos a los que no se permitía ir al lavabo durante las clases porque no lo pedían en catalán. Hace solo unos meses que el ahora expresidente del Partido Popular admitió ante un juez que no contrastó las declaraciones que hizo. España no es una excepción, el incremento de ese tipo de afirmaciones sin contrastar. El mejor ejemplo es el de Donald Trump en Estados Unidos. El candidato republicano llegó a la Casa Blanca lanzando todo tipo de bulos, muchos de ellos relacionados con la inmigración. "Cuando México envía su gente, no envían a los mejores. Envían gente que tienen muchos problemas, que "traen drogas, crimen, son violadores", aseguró en uno de sus primeros mítines como candidato. También se encargó de cuestionar, antes y después de las elecciones, un posible fraude en los comicios.
"Una sociedad desconectada de la política"
La desafección por la política ha ido aumentando, especialmente en la última década. Si hace 10 años hasta un 85% de la población española decía tener un interés por las noticias, ahora esa cifra apenas supera el 50%. "La desconexión de la política hace que creer una mentira sea más fácil, porque estamos menos informados", explica Víctor Lapuente, catedrático de Ciencia Política. Además, hay un alto nivel de polarización, que es algo a lo que contribuye la difusión de noticias falsas. Algunos expertos lo llaman "la máquina del cabreo", porque básicamente lo que se hace es propagar informaciones irritantes para el posible votante.
A esto hay que sumar la irrupción de la Inteligencia Artificial, que puede agravar la desinformación. "Las consecuencias de esta intromisión son perturbadoramente desconocidas", añade Lapuente.
La ausencia de regulación de los medios online dificulta también el control. En España no hay una normativa específica, así que este tipo de comportamientos, que habitualmente incitan a odio, no suelen tener consecuencias. En España solo existe una condena a un tuitero por difundir 'fake news'. En 2022, la Audiencia de Barcelona dictó una condena este martes de 15 meses de prisión y una multa de 1.620 euros a una persona por incitar al odio al extender noticias falsas para denigrar a los menores extranjeros no acompañados.
Sonia Palomino
Redactora en los servicios informativos del fin de semana. En la Cadena Ser desde el año 2011. Ha cubierto...