La contraofensiva
Tras la derrota, la contraofensiva. A galope, Pedro Sánchez mete presión a todos; el primero, a sí mismo y otra vez a los suyos. Ahora, sin apenas respiro, las izquierdas tienen dos meses para revertir el resultado electoral de ayer

Barcelona
Tras la derrota, la contraofensiva. A galope, Pedro Sánchez mete presión a todos; el primero, a sí mismo y otra vez a los suyos. Ahora, sin apenas respiro, las izquierdas tienen dos meses para revertir el resultado electoral de ayer. Sobre todo en aquello que han incomodado o irritado a distintos sectores del electorado, como se ha demostrado al perder: atención, han perdido frente a un discurso poco propositivo y poco constructivo de casi todas las derechas. Han incomodado por las continuas discusiones gratuitas entre ellas, incluso aunque no hayan impedido la estabilidad, como se ha demostrado en la aprobación puntual de todos los presupuestos. Han incordiado especialmente algunos exabruptos del sector minoritario señalando a enemigos inventados, insultando a algunos empresarios o provocando a los mayoritarios, siempre exhibiendo divisiones aunque hubiese acuerdo en las principales reformas. Que ha habido muchas. Y muchas de ellas, impecables. Por eso es una llamada al orden a que los minoritarios pongan orden en su casa y no jueguen tanto de polizones a bordo.
El adelanto electoral anunciado esta mañana por Sánchez, es impecable desde el punto de vista de la necesaria rendición de cuentas en una democracia. Aunque la convocatoria del domingo era local, se había transformado en un examen de reválida a la política nacional. El Gobierno la ha perdido. Y tenía que reconocerlo. Es lo contrario de ocultarlo, de lo que le ha acusado el opositos, Alberto Núñez Feijóo.
Pero además es un reto a los propios votantes. Es probable que muchos de ellos hayan castigado a las izquierdas por sus errores, su distancia, su déficit de explicaciones. Lo suelen hacer en convocatorias interesantes pero quizá no tan decisivas como las elecciones generales. Ahora nos lo jugamos todo, viene a decir el jefe del Ejecutivo. Todo el mundo debe decidir, votantes y abstencionistas, si quiere a unos o a otros en el puente de mando. De forma clara y rotunda.

Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...




