Beatriz Carvajal: "Cómo te cuento lo del 'Un, dos, tres' sin que se ofenda nadie"

Madrid

Escuchando la voz de Antonio Ferrandis, Chanquete en Verano Azul, Beatriz Carvajal ha recordado junto a Mara Torres sus inicios en la profesión: "Estoy aquí gracias a él". Fruto, por supuesto, de una casualidad: "Por circunstancias de la vida, mis padres tuvieron que alquilar una habitación en casa y quién vino fue Antonio Fernández. Yo vi el cielo abierto porque desde muy pequeñita quería ser actriz". Tenía 13 años cuando se subió por primera vez al escenario del Teatro María Guerrero, y el director, que en aquel momento era José Luis Alonso, le dio luz verde para que empezase a hacer carrera.

De ahí llegaron obras como La zapatera prodigiosa, Mariana Pineda o Cuidado con las personas formales, entre otras, su debut televisivo en 625 líneas y, ya en los años 80, el gran salto a la fama en el Un, dos, tres junto a Mayra Gómez Kemp: "Me fui porque yo quería ser actriz, no humorista, y pasaba mucho tiempo entre cajas viendo trabajar a mis compañeros. En ese momento no había mujeres humoristas en España y me cogieron en 625 líneas porque era graciosa. Yo lo tomé como un trabajo más y me di cuenta de que no era así porque a la semana de salir en la televisión todo el mundo me reconocía. No fue una decisión fácil porque era empezar de cero otra vez, pero me estaba afectando a mi salud mental".

Lleva 58 años dedicada a la interpretación, de los cuales tan solo ha estado unos pocos meses en paro. Un tiempo que aprovechó para hacer un cursillo de encuestadora: "El día antes de empezar a hacer entrevistas puerta a puerta, me llamaron para hacer una sustitución en la compañía de Nuria Espert y allá que fui. Ni recuerdo llamar a la empresa de las encuestas para decir que no iba a ir a trabajar", ha contado entre bromas. Y lo que más nos ha sorprendido es descubrir que en realidad no se llama Beatriz Carvajal, sino Beatriz Pla: "Mi padre era abogado y le conocía mucha gente. Un día pensé que no quería trabajar por ser hija de Pla, sino por ser buena actriz. Reuní a mi familia, le pedí que me dijesen apellidos y apareció en Carvajal en una bisabuela. Me gustó y me lo quedé".