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El mes de junio empieza con más lluvia y frío de lo normal

El verano será muy cálido, según las previsiones, pero su recta final y el arranque del otoño podrían traer más de lluvia de lo habitual

Lluvia y granizo en Madrid. / Europa Press News

Madrid

El mes de junio marca la llegada oficial del verano en el hemisferio norte, pero este año viene con algunos cambios, según los pronósticos eltiempo.es. Junio será algo más lluvioso y más frío de lo normal en varias comunidades. Una borrasca fría situada en el Atlántico favorecerá una semana de chubascos y tormentas en muchas zonas del país y la previsión mensual indica que tan solo en Canarias las temperaturas podrían estar ligeramente por encima de la media.

Mayo ha traído un par de danas que están dejando fuertes lluvias, algunas de ellas torrenciales, en varios lugares del país. Sobre todo durante la primera quincena de junio en la vertiente mediterránea peninsular, habrá más lluvia de lo normal en todo el país.

Tormentas fuertes y granizo

La presencia de una borrasca fría situada en el Atlántico y cercana a las Azores marcará el tiempo en los próximos días. A mediados de semana, entre el miércoles y jueves, la borrasca se irá aproximando a la Península, pero lo hará cada vez más debilitada. Se producirán precipitaciones en muchas zonas del país en forma de chubascos, que principalmente se darán por las tardes e irán acompañados de tormentas fuertes y granizo.

En las tardes del lunes, martes y miércoles se formarán tormentas en gran parte del interior peninsular, aunque serán menos probables en el cuadrante suroeste, como en el sur de Extremadura y de Castilla-La Mancha y gran parte del oeste de Andalucía. Además de la Península, también habrá chubascos en ambos archipiélagos. En Baleares serán más generalizados, mientras que en Canarias afectarán principalmente a las islas más occidentales.

Zonas más afectadas

Las zonas más afectadas por las tormentas serán el interior noroeste, regiones del sureste y en el entorno de los principales sistemas montañosos. Este mismo martes ya hay avisos amarillos activos por acumulados de más de 15 o 20 mm en solo una hora, tormentas y posible granizo. En concreto, se esperan en el interior de Galicia, la Cordillera Cantábrica, gran parte del Sistema Central, norte del Sistema Ibérico, Pirineos, así como en Almería, Región de Murcia y sur de la Comunidad Valenciana.

El jueves al final del día, la borrasca ya podría haberse disipado por completo al aproximarse al suroeste peninsular y, aunque no llegue a tocar tierra, el embolsamiento de aire frío que la acompaña en altura entrará por el sur de la Península. La recta final de la semana podría seguir marcada por la inestabilidad, con chubascos y tormentas casi generalizadas y que, tanto el viernes como el sábado, se darían también en el suroeste.

Un junio más frío

El año pasado junio fue un mes muy cálido. De hecho, fue el cuarto mes de junio más cálido desde que tenemos registros. También fue muy seco. Este año, la tendencia se muestra bastante más diferente. La previsión mensual indica que tan solo en Canarias las temperaturas podrían estar ligeramente por encima de la media. En el interior de la península podrían registrarse valores más bajos de lo normal y en el resto del país dentro de la normalidad de junio.

Las previsiones indican que el verano será muy cálido en nuestro país, pero ha habido algunos cambios en cuanto a las precipitaciones. Hace tan solo unas semanas el verano se preveía normal en cuanto a lluvias, pero ahora, la recta final del verano y comienzos del otoño podría aportar algo más de lluvia de lo normal.

Las previsiones más actualizadas prevén que los meses de junio, julio y agosto podrían venir marcados por precipitaciones ligeramente por encima de lo normal en el Mediterráneo y Canarias. Teniendo en cuenta que el verano es la estación más seca en nuestro país, no se puede hablar de unas lluvias que vayan a ser muy significativas.

Final del verano

A día de hoy no se puede saber qué situación meteorológica concreta acontecerá a final de verano en nuestro país. No obstante, no sería extraño que, a la vista de las previsiones y del calor que se espera registrar en el mar Mediterráneo, la entrada de aire algo más frío pudiera generar precipitaciones ligeramente por encima de la media en forma de tormentas.

El mar Mediterráneo ofrece este ingrediente necesario para la formación de fuertes tormentas y lluvias intensas. Sus aguas más calientes al final del verano actúan como mecanismo disparador de las tormentas y lluvias torrenciales cuando se produce la llegada de una dana.

Pero hay que tener en cuenta que la temperatura del mar está creciendo, con un aumento de 0,8 grados en los últimos cien años en el litoral mediterráneo español y un ascenso muy acelerado desde 1980. Todo ello en un proceso de acumulación de calor en los meses de primavera (mayo-junio) y que se alarga en verano hasta bien entrado el otoño (octubre y comienzos de noviembre).

Según las proyecciones de cambio climático para las próximas décadas, la temperatura del Mediterráneo seguirá subiendo. Esto hace que sea más fácil que se formen nubes de tipo tormentoso y que las lluvias se concentren en un menor espacio de tiempo pudiendo descargar entre 100 y 200 litros por metro cuadrado en tan solo una hora.

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