El Primavera Sound busca consolidarse como el gran festival español con Rosalía, Blur, Kendrick Lamar o Pet Shop Boys y su sede Madrid - Barcelona
Arranca el festival con un cartel que trata de ser paritario, inclusivo y de combinar los grandes nombres con los artistas emergentes en un año que espera volver a las grandes cifras de asistencia
Almudena Heredero y el Primavera Sound: "No hay rivalidad entre Madrid y Barcelona, son espejo de una misma oferta musical"
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El Primavera Sound ha dado un salto de gigante y este será el año en el que se consolide, si todo sale bien, como el gran festival de España. Con el FIB en horas bajas, la idea era dar el sorpasso al Mad Cool y, para ello, el festival ha abierto sede en Madrid. De tal manera que Kendrick Lamar, Blur o Rosalía formarán parte de la doble programación del Primavera Sound, primero en Barcelona, una cita que se arranca estos días hasta el 4 de junio, y después en Madrid, entre el 5 y el 11 de junio, en Arganda del Rey.
La edición 2023 de Primavera Sound será la primera con dos sedes españolas, la tradicional del Parc del Fòrum de Barcelona y la nueva de la Ciudad del Rock de Arganda del Rey. Barcelona y Madrid compartirán alrededor de 200 actuaciones, entre las que cabe destacar la de Depeche Mode, que ya se conocía, y las anunciadas hoy de Halsey, FKA twigs, Skrillex, St. Vincent, The Moldy Peaches, Calvin Harris y Le Tigre. "El año pasado hicimos en Barcelona dos semanas que resultaron un éxito y pensamos que este año había la posibilidad de continuar con ese modelo de dos semanas, pero en dos ciudades como Barcelona y Madrid, entonces lo que buscamos es que fueran prácticamente iguales en programación artística y la verdad es que las diferencias son mínimas. Yo diría que casi el 98% del cartel es igual", dice Almudena Heredero, directora del certamen.
"Yo creo que vivimos un auge de los festivales en nuestro país, porque tenemos una oferta muy diversa en entornos diferentes, con programaciones que son distintas, es decir que. Efectivamente, como has comentado, hay muchos festivales, pero hay mucho público y hay mucho público de aquí y hay una inquietud del público por asistir a festivales y por asistir a conciertos y por asistir a salas de conciertos también a ver conciertos. Aquí tenemos un volumen de público internacional muy importante en muchos de los festivales, no sólo en el nuestro, sino en festivales que se desarrollan en otras áreas geográficas. Yo no diría, no lo entendería nunca como algo negativo, porque hay un sector cada vez más profesionalizado y es verdad que es un reto para cada festival tratar de encontrar tu identidad. La nuestra está marcada desde hace muchos años", explica, al tiempo que asegura que no solo hay un público joven, sino que también acuden muchos festivaleros de más de 40.
Un evento que, con medio millón de asistentes en la pasada edición, consolida su posición como el más importante del panorama español. Así lo certifica el informe publicado este martes por la OBS Business School, que bajo el título “Impacto económico en la industria de la música en directo”, analiza un sector que el año pasado facturó 460 millones de euros. Con un lema centrado en la diversidad y con protocolos para evitar agresiones, algo habitual en los grandes eventos musicales, el Primavera se dispone a hacer historia con un cartel que, como cada año combina veteranos, Blur, que vuelve tras diez años de silencio, Depeche Mode, los Sparks y New Order, y jóvenes promesas, como Desert, Rema, Yard Act. Aunque quizá lo más significativo es que visiten el festival dos grandes de la música ya rondando los 80: Laurie Anderson y John Cale.
"Hay que mirar más allá de los grandes nombres", decía la máxima responsable del certamen que apuntaba grupos como La Paloma, que han salido de Madrid y estará en la inauguración. "También los Sparks, que son leyendas absolutas, Red Velvet para los amantes del K-pop playero. Bad Religion, o un grupo gallego magnífico de mujeres que hacen punk barrial que actúa solo en Madrid. Una de las poquitas excepciones en ese cartel que es prácticamente idéntico en una ciudad y otra", explica. Cuadrar el cartel es lo más complejo: "Son muchas cuestiones las que hay que tener en cuenta a la hora de cerrar este cartel. Tenemos un equipo de contratación artística que tienen que hacer una carta a los Reyes Magos, que luego a veces se cumple y a veces no, que no se hace de un año para otro, que hay artistas que tienes que tener pendientes desde años antes, tienes que estar pendiente de qué momento están girando, cuál es su trayectoria, qué es lo que van a hacer con respecto a sus actividades de promoción y luego dentro del festival, la propia elaboración de la parrilla del festival es un puzzle enorme".
La inclusión de mujeres en la lista de artistas que tocarán en los festivales ha sido uno de los debates de los últimos años. El Primavera ha sido citado a participar su experiencia en una comisión del Parlamento inglés, concretamente en el comité Women And Equalies, que trató el tema Misogyny In Music. Este año hay artistas como Kelela, la veterana Beth Orton, Julia Jacklin y otras músicas que despliegaran sus proyectos musicales. "Para que consigamos que haya paridad en el sentido amplio de la industria de la música, no podemos quedarnos mirando sólo el escaparate, que son los carteles artísticos de los festivales. Hay mucho más allá. La paridad tiene que ser mucho más profunda y afecta a tres ámbitos distintos, a las plantillas de trabajadores y trabajadoras en los festivales, pero también en las empresas de promoción de conciertos, en las compañías discográficas, en las editoriales. Es decir, que tiene que haber paridad en todos los niveles. Lo que sucede encima del escenario tiene que ser paritario y tiene que ser más amplio que paritario. Es decir, tiene que ser que responder a la realidad. En cuanto a géneros, ya no hay sólo dos géneros, no los ha habido nunca", añade la directora de un festiva que ha incluido a artistas transexuales.
Tras superar la pandemia, los festivales han resurgido con fuerza. Pasó el año pasado, aunque las prisas y algunos desarreglos organizativos dieron una imagen no siempre feliz. Nos referimos a la cancelación in extremis de varios certámenes que no estaban preparados para volver a lo grande. Y es que en 2022 hubo cifras récord de asistencia, pero también un aumento de precios, debido a la inflación. Heredero reconoce que los precios son prohibitivos, pero que el suyo se esfuerza por ofrecer algo más. "Es verdad que las cosas tienen costes que hay que asumir y que tratamos de que sean lo más accesibles posible, pero ofrecemos oportunidades también, incluso gratuitas para aquellos que no pueden permitirse el abono general. Y tratamos de facilitar que todo el mundo, de una forma u otra, pueda acceder a al festival".
Las cifras del sector musical, en todo caso, son positivas, con un incremento global de un 20% en los ingresos respecto al 2019, último año antes de la pandemia, y una lista de festivales consolidados encabezada por el Primavera Sound, que el año pasado se celebró del 2 al 12 de junio y atrajo a 500.700 personas, un 65% extranjeras, con un impacto económico de 349 millones de euros. Ahora tienen por delante el reto de la subida de precio, algo que se ha vivido con los conciertos en nuestro país de Coldplay o Elton John. "Son ciudades que cada vez son más caras y que a nosotros también nos afecta. Esa esa subida de precios. Pero bueno, tratamos de trabajar con los hoteles, con determinados hoteles para facilitar que podamos tener precios razonables y ahí estamos sujetos a sectores que son distintos del nuestro".
Frente a esos datos de crecimiento económico, una de las preocupaciones es el impacto medioambiental. Todos los eventos culturales han tenido que ponerse las pilas en contrarrestar la huella de contaminación que dejan en el planeta. Los Goya, los rodajes de películas y también los festivales de música. "Para nosotros la sostenibilidad ha sido una cuestión de la que nos hemos ocupado. Somos un festival que está vinculado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. La sostenibilidad, que va más allá de lo que tiene que ver con el medio ambiente y también tiene que ver con la paridad. Lo hacemos aplicando medidas que tienen que ver con dejar la mínima huella de carbono posible, utilizando materiales sostenibles en todos los elementos posibles. Tenemos incluso en Barcelona y Madrid, un escenario que se alimenta con baterías de energía sostenible. Y estamos estudiando que eso crezca en ediciones siguientes. Obviamente, todo lo que tiene que ver con el reciclaje de residuos, los vasos de material reciclable ya se hace".