Inma Bermúdez, diseñadora: "Hay mucho margen de diseño hasta en una escobilla de váter. Me encuentro la que diseñé en bares y casas de amigos"
La creativa superventas de empresas como Ikea y Marset ha explicado esta noche en Hora 25 el secreto del éxito en el diseño.
Las entrevistas de Aimar | Inma Bermúdez
26:55
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Madrid
Poco a poco el público general se está dando cuenta de que el diseño está en todas partes porque es una herramienta para solucionar problemas de cualquier tipo. Así lo ha defendido en Hora 25 la diseñadora murciana Inma Bermúdez, Premio Nacional de Innovación y Diseño 2022 y primera diseñadora española en colaborar con IKEA, de manera ininterrumpida desde 2006. Bermúdez ha recordado el momento en el que recibió uno de sus encargos más peculiares: una colección de muebles para camping y autocaravana. "Yo no tenía ni pajolera idea de acampada, alquilé una caravana con mi marido, mis hijos y un colega cámara para irnos de camping por Alicante y estuvimos entrevistando a usuarios de estos campings para conocer sus necesidades", comenta Bermúdez. Para ella, el feedback con los usuarios es vital porque cuando diseña un producto sabe que se va a relacionar con las personas por sí mismo, y para la creativa "es como si estuviera vivo.”
La diseñadora logró un gran reconocimiento internacional en 2014 gracias a su revolucionario diseño para la lámpara Follow Me de la empresa española Marset que, en sus propias palabras, "inauguró y diseñó una nueva tipología en el mercado, no solamente una lámpara". Bermúdez recuerda el momento en el que conoció a uno de los fundadores de la empresa, Javier Marset. "Lo conocí en Moscú en el año 2012, porque a través del ICEX hicimos una incursión allí con empresas españolas para promocionar el diseño español. Javier Marset y yo nos caímos 'muy guay' y a él fascinaba que yo diseñara para Ikea", explica. Fue así como surgió la oportunidad para lanzar la popular lámpara inalámbrica que revolucionó el mercado hace 9 años. Aunque no fue un camino sencillo.
"Mi equipo y yo le presentamos a Marset un par de proyectos que no cuajaron y yo le pedí los catálogos antiguos para ver de dónde venía Marset, qué era lo que hacía", narra. En esos catálogos encontró la chispa que acabaría convirtiéndose en una de sus creaciones más reconocibles. "Di con una lámpara de Marset, la lámpara 'flash', que tenía cable pero con una media esfera de metal y sujeta por un tubo que hacía de asa", explica. Bermúdez propuso "darle una vuelta al diseño" que recibió el visto bueno de Marset y confiesa que todavía tiene guardado ese proyecto en su ordenador como "Nueva Flash". En cuanto vio el proyecto inicial de Marset supo que la lámpara Flash era una idea "muy bonita" por explotar.
En Follow Me, recuerda Bermúdez, implantaron tecnología LED junto a una batería recargable y para la diseñadora es uno de sus trabajos más queridos porque a la empresa Marset le supuso dar a conocer su marca en muchos países. La lámpara fue un antes y un después en la iluminación. "No fueron solamente ventas, sino que llevamos la marca a otro nivel", reconoce. Todavía cuando da conferencias o reuniones y alguna persona sabe que su equipo diseñó la lámpara, "le cuentan lo que la disfrutan sus hijos o incluso cuando van de caravana", y eso es "un valor añadido que tiene mucho peso".
Pero el éxito tiende a llamar a los imitadores. "Hay territorios en los que copian indiscriminadamente y tenemos que vivir con eso. Pero es necesario que se protejan los diseños para poder defendernos aunque cuando no se copia literalmente me gusta decir que todo es una inspiración", admite. La diseñadora murciana pierde poca energía en lamentarse por ver cómo otros puedan lucrarse con sus diseños porque tiene muchas cosas en la vida como para "rabiar por copias".
Si hay algo que entusiasma a Bermúdez es la posibilidad de embarcarse en el diseño de todo tipo de productos. "Lo maravilloso de trabajar para Ikea es que tiene líneas de trabajo súper diferentes". Para ellos ha hecho "una colección de mochilas, una escobilla del váter, un chandelier o un jarrón". Por todos esos retos, la empresa sueca ha sido como "una escuela o un máster" para su equipo. "Tienen una manera de diseñar muy smart", asegura la creativa, porque "en un producto puede ser que hasta el 70% del coste, sea el transporte". Lo que se traduce en que el departamento de ingeniería escandinavo y el resto de diseñadores que trabajan con ellos como Bermúdez "tienen ya que estar pensar cuando paren el diseño en que se pueda empaquetar en un embalaje plano o no para que sea apilable y fácil de transportar". IKEA también se encuentra entre los grandes éxitos de la diseñadora gracias al superventas que diseñó para ellos: Una escobilla de váter. "Cuando algo funciona allí no lo quitan del catálogo. Me encuentro la escobilla en todos los bares y casas de amigos. La tengo en mi casa".
La creativa entra en detalles al hablar sobre lo que siente cuando trabaja en algunos de los productos más vendidos por IKEA que ha tenido que diseñar en más de una ocasión. Los llamados Breathtaking Items de IKEA reciben este nombre porque "cuando ves un producto así en su tienda te quita el aliento lo económico que es". Pero la murciana afincada en Valencia confiesa: "Cuando te cae el encargo de un Breathtaking Item te quieres morir porque es un marrón, tienes que hacerlo bajar de precio, hacerlo bonito, hacerlo funcional, duradero y sostenible", especifica. Con todo ello, para Bermúdez, desafíos así también agudizan el ingenio y permiten a los diseñadores hacer su trabajo: dar soluciones.
Parte del secreto del éxito, cuenta la murciana, está en la mirada. "Los diseñadores siempre vamos por ahí observando las cosas, levantando platos, con esa visión que nos caracteriza, porque conocemos todo lo que hay detrás de un producto y eso te hace tener una mirada más especialista", asevera. Una mirada que cada vez están aplicando más diseñadores españoles porque "hay un montón de diseñadores extranjeros que colaboran con empresas españolas y colaboran porque hay una retribución económica interesante", asegura. Y el principal síntoma de que el diseño español funciona es que el año pasado Valencia, fue nominada a Capital Mundial del diseño, que es un título que se celebra cada 2 años. "Yo creo que después de este año en el que hubo un montón de eventos con ponencias y exposiciones, la sociedad pudo entender un poco mejor de qué se trata el diseño", zanja. Porque el diseño siempre parece que es algo estético, considera Bermúdez, "pero el diseño es hacer algo producible que esté bien producido, que sea ergonómico y que sea bonito". Y en ese sentido, explica que hay productos que son verdaderamente bellos porque son extraordinariamente funcionales "sin necesitar colores ni curvas ni más decoración" que su propia utilidad.