Vigilar mi irrelevancia
Manuel Jabois ha comentado en Hora 25 que en su vida "conviene cierta dosis de espionaje"
Madrid
No es raro escuchar en conversaciones con cualquier amigo o familiar que desde que hablaron sobre comida de perros o lo mucho que les gustaría visitar una ciudad en concreto, de repente no dejan de recibir anuncios de piensos para mascotas o vuelos y hoteles para cumplir ese viaje de ensueño que desean. Esta publicidad tan bien dirigida ha hecho a muchos arquear las cejas y hacerse una pregunta incómoda: ¿Los móviles espían a sus usuarios?
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En un mundo cada vez más copado por teléfonos inteligentes en dónde se vuelcan y se exponen las vidas de sus dueños y se vive conectado las 24 horas del día no es baladí cuestionarse si existe algo similar a la privacidad. Manuel Jabois ha respondido esta noche en Hora 25 a esa duda sobre un espionaje personalizado y dirigido a cada usuario de internet. "A mi me gusta pensar que sí nos espían. Yo me siento muy tranquilo cuando el buscador ya me autocompleta él solo las búsquedas debido a unas conversaciones previas mías . Sé que mi opinión es muy impopular, pero esto me agiliza mucho el trabajo y además no soy mucho de búsquedas macabras", asegura.
De hecho, Jabois confiesa que para él sería dramático descubrir que no hay nada ni nadie fisgoneando en su vida diaria. "Me disgustaría mucho pensar que no se me vigila. Sería un golpe a mi ego, en primer lugar", explica . Todo se reduce a que a él le gusta pensar que lo que dice en su casa, o lo que escribe en su móvil, es valorado por alguien más. A Jabois le encanta creer que hay alguien al otro lado del mundo o de su móvil que está diciendo: "Caray, tiene razón". "Me gusta pensar que hay un señor en Silicon Valley enamorado de mí, o que me quiere matar si no le gusta lo que digo. Pero no que soy irrelevante para él", detalla. Jabois reconoce no tener una vida "que merezca tener pendiente a la CIA", pero dice: "Sí merece que la espíe mi teléfono o mi asistente de Google. De hecho estas Navidades me regalaron uno. No tengo ni idea de cómo funciona ni me he dirigido a él nunca, pero lo he enchufado". La relación del periodista con este aparato es casi incómoda. "Está en el salón callado y haciéndose el interesante tomando nota de todo el cabrón", remata. Y aunque él sepa que espiar a personas o que te espíen está mal, admite: "A mí en general me conviene un cierto espionaje, porque cuando nadie sabe lo que estoy haciendo, cuando estoy solo en el universo y nadie está pendiente de mí, me pongo siempre muy nervioso, y acabo echándome al mal".
Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio...