El Supremo rechaza el despido de un trabajador en base a las fotografías de un detective que le espió mientras estaba de baja
La sala de lo social considera que las pruebas se obtuvieron invadiendo el derecho a la intimidad del trabajador mientras estaba en su casa
MADRID
La Sala de lo Social del Tribunal Supremo ha dado la razón a un trabajador que fue despedido porque un detective privado le espió y le hizo fotos trabajando mientras estaba de baja por una cervicalgia. La empresa consideró que esas fotos eran incompatibles con la dolencia que aseguraba padecer. Dice el alto tribunal que las pruebas se consiguieron invadiendo la intimidad del hombre que trabajaba para una empresa de aguas en Galicia. El detetcive le inmortalizó trabajando en su huerto, pintando el techo de un vecino o levantando un muro.
Dice la sentencia que esas fotografías son "ilícitas" porque se trata de un ámbito en el que se ejerce la vida íntima, personal y familiar y que puede permanecer ajeno a las intromisiones de terceros en contra de la voluntad de su titular. “Es un espacio en el que este también tiene una expectativa legítima de privacidad, aunque pueda ser con alguna intensidad menor que en el espacio edificado distinto del jardín”, subrayan los magistrados.
Pedro Jiménez
Redactor Jefe en la Cadena SER. Antes he pasado...