Procuren no derogar las cifras del sanchismo

Barcelona

Mucha gente está hasta el moño de la estúpida cantinela de moda: derogar el sanchismo. Y también de la contraria: que viene el coco. Pase lo que pase en las elecciones, debería trabarse un pacto social, entre los ciudadanos, para salvar lo mejor de lo conseguido. Para impedir, al menos, que se deroguen las cifras del sanchismo. Sobre todo las económicas y sociales, que son –ustedes perdonen- un meteorito pocas veces visto. Y por tanto, el pacto debería implicar que se mantengan en cualquier caso las principales reformas económicas y sociales de la legislatura que acaba.

Esto viene a cuenta de las cifras de mayo de empleo y paro, conocidas hoy. Todo son récords. Récord absoluto, histórico, en número de empleados, de afiliados a la Seguridad Social: más de 20,8 millones. Lo que augura que a este ritmo pronto se llegará a los 21 millones. Récord absoluto desde 2008, en descenso del número de parados, que se sitúan en 2,7 millones, apenas algo mas que la mitad que en 2013, bajo el Gobierno de Mariano Rajoy. Récord en empleo de mujeres y de jóvenes. Récord en ascenso de la ocupación en trabajo de alto valor añado, como informáticos, operadores de telecomunicaciones, profesionales científicos y técnicos. En este país sigue habiendo camareros, y muchos, pero España ya no es solo un país de camareros. Y récord en empleo indefinido: los temporales son ya solo el 14%, frente al 30% de antes de la pandemia.

Es cierto que España es todavía el país europeo con más desempleo. Pero si con el próximo Gobierno, el que sea, se logra rebajarlo a la mitad respecto al anterior, este país habrá dado un doble salto de gigante. Y más si se logra, como ahora, en medio de una triple crisis: la pandemia, la recesión, la guerra de Ucrania.