Canarias y la Península Ibérica viven este miércoles una jornada pasada por agua y bajón de temperaturas tras unos días bochornosos por la presencia de tormentas, pero la situación no se prevé que dure demasiado, y desde la Aemet ya avisan de que a partir de mediados de la semana que viene habrá valores en los termómetros más propios de «lo que habitualmente se considera verano». Así confirmaba Rubén del campo, portavoz de la Aemet, que se acerca el calor de verano. La fecha que señala el portavoz es mediados de junio; entonces se esperan 32 o 34 grados en los valles del Guadalquivir, el Guadiana y el Tajo, y 32 en puntos del sur de Galicia y del valle del Ebro. «Hay que irse quedando con la idea de que, si se cumplen estos pronósticos, a partir de mediados de junio ya la situación tiende a ser de temperaturas altas», señala. La Aemet ha avanzado las características climatológicas de esta primavera y la predicción para los próximos tres meses. El verano, que comienza el 21 de junio, se prevé de nuevo muy caluroso y con tormentas «más abundantes que otros» veranos en España, después de la primavera más cálida en los últimos 62 años. «No podemos saber aún si será más caluroso que el verano del año pasado, pero podría situarse entre los 5 más cálidos de los últimos 30 años», ha señalado Rubén del Campo. Se prevé con «alta probabilidad» que el trimestre veraniego de junio a agosto vaya a sea especialmente más cálido de lo normal en Baleares y Canarias (70% de probabilidades de que así lo sea), y la mitad oriental peninsular (60% de probabilidades). Los expertos de la Aemet ven «poco probable» que el verano de 2023 sea más cálido que el del año pasado, que fue «extraordinario», con 41 días de olas de calor. También han analizado la posibilidad de lluvia en el verano. Hay un 50% de probabilidades de que el verano sea más lluvioso de lo normal en el tercio este peninsular y Baleares, y un 40% de que lo sea en la vertiente atlántica, mientras que no existe una señal clara de cómo se comportará en el área cantábrica y en Canarias. Según Del Campo, «no es raro» que se produzca «algún episodio de lluvias torrenciales» en el área mediterránea, como ocurrió en julio de 2017. España continúa en una situación de sequía de larga duración, esto es, con escasez de lluvias en los últimos 36 meses, algo que comenzó pasado mes de noviembre y que se prolonga pese a las tormentas de finales de mayo. Esa sequía duradera es especialmente intensa en el nordeste y el tercio sur peninsular. De hecho, está siendo la más larga en la cuenca de acumulación del sur y el Guadiana, y la más intensa en el Pirineo oriental. Otra de las informaciones que se desprenden de la rueda de prensa de Aemet es que la confirmación de que temperatura superficial de las aguas marítimas circundantes a España alcanzó el año pasado un nuevo récord anual de calor desde al menos 1940, que es cuando comienza la serie histórica de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El Informe sobre el estado del clima en España 2022 recoge este récord anual de agua del mar: «Se llegaron a rozar los 30 grados en el Mar Balear los días 11 y 12 de agosto, algo insólito», ha explicado Rubén del Campo.