Hacer política todos juntos o mantenerse en solitario y caer en la irrelevancia

Y es jueves, y no lo digo solo por lo cerca que tenemos el fin de semana, lo digo porque se agota, ahora ya sí, el plazo para el acuerdo entre Sumar y Podemos para concurrir juntos a las elecciones del 23 de julio. Hay que decir que, mientras se agota el plazo, el viernes a media noche hay que tener listas las coaliciones, Sumar ha ido ya cerrando acuerdos con otras formaciones que tienen que configurar ese collage que va a ser el partido de Yolanda Díaz.

Ayer mismo, las bases de Más Madrid aprobaron de forma contundente la integración en la coalición, y las negociaciones con Compromís no parece que vayan a suponer ningún escollo. El problema sigue estando en Podemos, aunque más bien deberíamos decir que el problema sigue estando con el núcleo duro de la dirección nacional de Podemos, porque ya hace unos días que vamos viendo cómo algunos dirigentes territoriales de la formación morada están presionando para que el acuerdo también les incluya a ellos. La última, la secretaria general de Podemos en Extremadura, que pide un paso al lado de aquellos que no quieren la unidad. No dice nombres, pero parece claro a quién se refiere.

Esta semana, las cosas se han tensado mucho con el señalamiento de Pablo Iglesias a estas formaciones que avanzan en la negociación de la coalición acusándoles de vetar a Podemos, veto que ha sido desmentido por todas ellas. Así que con Compromís, Más Madrid y los Comunes avanzando hacia el acuerdo, dirigentes territoriales de Podemos presionando para el acuerdo. El único problema parece estar en ese núcleo duro de la formación, cuyas exigencias puede que no se compadezcan con el exiguo resultado electoral de los comicios municipales y autonómicas, donde, recordemos, quedaron fuera de les Corts Valencianes y de la Asamblea de Madrid.

Este núcleo sabe perfectamente los efectos electorales de una división en este ámbito de la izquierda, de ellos depende la elección: o eligen hacer política todos juntos, o se mantienen en solitario, dificultando la posibilidad de reeditar un gobierno de progreso y caer, ellos, definitivamente, en la irrelevancia. Les quedan pocas horas para tomar esta decisión.