Los muertos en guerras se multiplican: cada día 20 niños mueren o son mutilados
Un informe de la Universidad de Uppsala revela que el año pasado hubo un 97% más de muertos en conflictos armados que el año anterior, la mayoría en Etiopía
Desde las guerras de Bosnia y la matanza en Ruanda de 1994, las estadísticas no registraban tantas víctimas mortales en conflictos armados. Casi tres décadas más tarde, el año pasado ha superado esos números, y no solo a causa de la guerra en Ucrania.
Según el informe anual de la Universidad sueca de Uppsala, el número de muertos en conflictos armados ha aumentado un 97% respecto a 2021. Los países que lideran esos fallecimientos son Etiopía y Ucrania. En esta última, la invasión rusa ha dejado al menos 80.000 fallecidos, según las estimaciones del estudio.
Pero la guerra en Etiopía suma más de 100.000 muertos por las luchas entre los rebeldes de la región de Tigray y el Gobierno que comenzaron en 2022. Son más fallecidos que los registrados en las guerras de Ucrania, Yemen, Somalia, Mali y Burkina Faso juntas.
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Estructuras civiles de la región, incluyendo hospitales, escuelas, fábricas y negocios, han sido bombardeados, saqueados y destruidos tanto por fuerzas federales etíopes como las milicias regionales, pero también por las fuerzas armadas eritreos que están apoyando desde el inicio del conflicto al gobierno federal. Esto ha provocado que millones de personas necesiten una ayuda humanitaria que tiene dificultades para llegar.
"La sequía y los efectos del cambio climático están llevando los niveles de inseguridad alimentaria a cifras que no se veían desde hace muchos años, lo cual eleva las necesidades humanitarias y tiene un impacto particular en la situación de la infancia", explica Arantxa Lagos, de Save The Children.
El conflicto ha dejado además 2,7 millones de desplazados internos y otros 71.000 refugiados etíopes en Sudán.
Estado Bukele
Las víctimas más vulnerables de estas guerras son los niños. Cada día 20 niños mueren o son mutilados en guerras, según UNICEF. Su responsable de emergencias Lorena Cobas añade otros datos: en los últimos 18 años 105.000 niños y niñas han sido reclutados y utilizados por grupos y fuerzas armadas en sus filas o para otras funciones. 32.500 niños y niñas han sido secuestrados. 16.000 han sido sometidos a violencia sexual.
Además, se han atacado infraestructuras que les afectan mayoritariamente, como escuelas y hospitales, y se les ha denegado el acceso humanitario.
“La escuela debería ser el sitio seguro para los niños y las niñas, el sitio en el que poder recuperarse de todo el horror. Pero atacar una escuela te garantiza que estás haciendo daño a la población enemiga en lo que más le duele, que son sus hijos y sus hijas”, dice Cobas.
El ejemplo más reciente de esas violaciones del derecho humanitario está en Ucrania, donde la voladura de la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, en el río Dniéper, ha provocado una catástrofe humanitaria. Save the Children, que está ofreciendo asistencia en el terreno, se centra en la distribución de materiales de primera necesidad.
“Vamos a tratar de entender cuánta población se va a quedar en infraestructuras públicas para poder centralizar la asistencia con un especial énfasis en la asistencia a niños”, explica desde la organización Vicente Raimundo.
Muchos necesitan atención médica además de albergue y comida. Además, a la ONG le preocupa la transmisión de enfermedades infecciosas que puede acarrear el agua contaminada.