Un titiritero cuenta lo que sufrió a manos de unos niños en una actuación y es claro con los padres: "¿Qué tenéis en la cabeza?"

Madrid

El titiritero Mario Enzo ha compartido lo que le ha ocurrido en una de sus últimas funciones y la indignación y desilusión que le ha generado. Durante la actuación en cuestión, el artista dramático sufrió las consecuencias de un comportamiento que nunca había visto en un público infantil.

Enzo posó su crítica en la pasividad y permisividad que muestran los padres de hoy en día con sus hijos, a los que le permiten todo. En un vídeo compartido a través de su perfil en TikTok, que se ha popularizado en días previos, este joven ha contado los detalles en torno a la desagradable situación que tuvo que vivir. Los usuarios han compartido su indignación y, en muchos casos, se han animado a contar anécdotas similares que sufrieron a manos de los más jóvenes de la sociedad, los niños y niñas.

"Lo que me ha pasado hoy no me ha pasado en la vida", señaló Enzo visiblemente alterado. "Me siento en la mierda, he flipado en colores", admitió. Según explica Mario, durante una de sus tantas actuaciones callejeras, unos menores que estaban en el lugar han comenzado a agredir físicamente al títere, dedicándole insultos de todo tipo y realizando actos despreciables para los que no existe explicación alguna. "Hasta uno se ha quitado un moco y se lo ha pegado al títere", contó un alucinado Enzo.

El artista callejero no pudo evitar mostrar el enfado y el disgusto que le generó ser testigo de la forma de actuar de unos menores , más aún cuando sus progenitores estaban siendo testigos de todo y no reprendieron en ningún momento a sus hijos ante semejante actitud.

Por ello, se ha visto en la vital necesidad de enviar un contundente mensaje a los padres actuales en el que les invita a reflexionar sobre qué educación le están dando a sus hijos y qué tipo de ciudadanos están formando para el futuro. "Los padres, ¿qué mierdas tenéis en la cabeza? Tenéis hijos y es una responsabilidad vuestra", comenzó diciéndoles directamente.

"Me han reventado la función y ni un padre se ha llevado al hijo y le ha regañado. El niño no tiene culpa. ¿Qué mierda de sociedad estamos creando? No tengo por qué aguantar esto", advirtió este artista, sin poder zafarse de la incredulidad que le generó lo ocurrido.

Además, pese a que es muy claro y razonable en su alegato, decidió aclarar que se debe abogar por abordar estos intolerables comportamientos de menores de una forma constructiva y educativa, rechazando explícitamente usar la violencia como castigo o elemento que contribuya a la educación de los más pequeños. "No digo que le cruces la cara. Pero se puede hacer de mil maneras y bien. Vives en una sociedad, hay que cuidar al resto", zanjó visiblemente más calmado, tras poder desahogarse.