Zapatero se sacudió cualquier complejo y alzó la voz

Hemos estado entretenidos estos días con las negociaciones entre Sumar y Podemos, con sus diferencias y con el cierre traumático del acuerdo, y nos hemos despistado sin prestar atención que en la derecha también se está negociando. Y esta negociación no es menor. El Partido Popular, aunque intente disimularlo, está negociando con Vox, primero para gobernar en más de un centenar de ayuntamientos, que tienen que constituirse el próximo sábado, y después para gobernar en algunas comunidades autónomas.

Feijóo intenta hacer ver que esto no está pasando, o como decía ayer García Margallo, aquí en el 'Ágora de Hora 25', que no es lo mismo pactar con Vox en los ayuntamientos, que pactar con Bildu y con Esquerra en el Parlamento español, pero está pasando. El PP se ha sacudido cualquier complejo, si es que alguna vez lo ha tenido, y negocia abiertamente con la ultraderecha y lo está haciendo en ayuntamientos que no corresponden, precisamente, a pequeñas ciudades como son Valencia, Sevilla o Zaragoza y en comunidades que recupera tras los comicios del 28 de mayo, como Extremadura o la Comunitat Valenciana.

El PP, con Feijóo a la cabeza, ha normalizado su relación con Vox, lo había hecho ya en el Gobierno de Castilla y León, y ahora siguen la misma senda, aunque le incomoda que la negociación coincida con la precampaña electoral. Y es muy llamativo esto, que el PP haya conseguido el triunfo de su relato sobre los acuerdos con la ultraderecha. Y es llamativo porque sea por lo que sea, y aquí los altavoces mediáticos tienen mucho que ver, al PP le sirve cualquier argumento, aunque este sea que pactar con Vox es mejor que pactar con Esquerra o Bildu, le sirve seguir hablando de ETA, por ejemplo, o le sirven las explicaciones sobre uno de los más graves incumplimientos de la Constitución como es la no renovación del Poder Judicial, porque termina la legislatura sin que haya desbloqueado esta renovación. Nada parece incomodarle, ni nada parece pasarle factura.

Por eso, quizás, tuvo tanta repercusión ayer la intervención del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, en una entrevista en la COPE, y la tuvo porque alzó la voz ante muchos de estos argumentos que el PP normaliza, porque normalizándolos, y sin una respuesta contundente enfrente, consigue imponer su relato, y ayer Zapatero se sacudió cualquier complejo y lo hizo con algo tan simple como explicar cómo fueron y cómo son realmente las cosas, y lo hizo con la vehemencia del que tiene la razón.