"A lo mejor aquello que nos asusta, a ellos no les da miedo": la difícil tarea de contarle a un niño que tiene cáncer

La ciencia carece todavía de respuestas para muchas enfermedades, pero no se detiene. Cada día, a través de la investigación y el desarrollo, avanza un poco más. Ha ocurrido con el cáncer, una enfermedad que era una sentencia hace unas décadas y ahora, en muchos casos, es tratable. Pero la enfermedad, y especialmente su variante infantil, sigue rodeada de estigmas y tabúes.

El cáncer infantil representa el 1% del total de casos que se diagnostican. Cada año se notifican alrededor de 1.100 nuevos casos de cáncer en niños y niñas menores de 14 años. Los tipos de cáncer más habituales en la infancia, hasta los 14 años, son: las leucemias, los tumores del sistema nervioso central y los linfomas. El índice de supervivencia alcanza el 82%. Esta es la fotografía de situación que hace de esta enfermedad el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.

"Lo que se debe hacer es hablar con sinceridad y claridad"

Arancha Ortiz, psiquiatra infantil y coordinadora del área de psiquiatría y psicología clínica infantil y de la adolescencia del Hospital de la Paz, ha visitado 'La Ventana' para dar consejos sobre cómo actuar frente a un niño con este tipo de enfermedad. "Lo que se debe hacer es hablar con sinceridad y claridad, ajustándonos al léxico y al nivel de desarrollo del niño", ha comentado.

Una situación que no es fácil de manejar. "Lo que más cuesta es hacerte a la idea de que el pequeño tiene una mente diferente a la nuestra. A lo mejor aquello que nos asusta, aquellos que nos hace quedarnos en silencio, no le da miedo al pequeño", ha explicado la psiquiatra infantil. Indice en que se debe dar respuestas a sus preguntas y "que nunca falte la sinceridad".

"Esta transformación debemos dotarla de más herramientas para poder afrontar cualquier adversidad"

Una enfermedad que resulta desagradable para cualquiera que la padezca, pero mucho más si afecta a un niño. "Con un adulto nos identificamos un poco más, pero cuando es un niño no solo nos ponemos en la parte que nos afecta como familiar, sino también en todo el proyecto vital de ese niño".

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Los niños tienen una probabilidad muy alta de recuperarse de esta condición. Ortiz explica que a la hora de trabajar con estos pequeños, "la huella que les supone esta enfermedad debe de ser constructiva y no destructiva". Se les brinda asistencia para hacer frente a la situación antes de vencer la enfermedad. "Al final, esta transformación debemos dotarla de más herramientas para poder afrontar cualquier adversidad y puedan llevar una vida lo más normal según su edad, entorno..."

La psiquiatra ha insistido en que se debe hablar con sinceridad, además ha indicado que "la comunicación no verbal es la más difícil de mentir, debemos tener mucho cuidado porque si nos detectan la mentira veremos afectada la construcción de relación de confianza".