"Tendemos a medicalizar excesivamente situaciones de la vida cotidiana": un médico advierte de los riesgos que conlleva el uso de los ansiolíticos

La problemas de salud mental están a la orden del día. En tiempos de inmediatez, la ansiedad y la depresión se disparan y, en consecuencia, el consumo de ansiolíticos no para de aumentar. España es uno de los países que más consume de este tipo de fármacos. Pero a veces el remedio es peor que la enfermedad. En este contexto, el Congreso Anual de Médicos Generales y de Familia ha querido dar la voz de alarma: el uso crónico y prolongado de ansiolíticos aumenta el riesgo de mortalidad en más de un 20%.

Rafael Ángel Castro, miembro del grupo de Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos Generales, ha asegurado que "la sociedad científica y el sistema sanitario en España estamos realmente preocupados porque se ha aumentado el consumo no sólo en la franja de los mayores 65 años, sino también a partir de los 14 años", ha asegurado. En este sentido, se estima que el consumo de ansiolíticos en España ha aumentado más de un 30% en los últimos años.

"Cualquier situación que podría ser adaptativa en la vida tendemos a llevarla a una excesiva medicalización"

La ansiedad es parte de la vida, es un mecanismo de alarma. El problema surge cuando la fenomenología ansiosa impide que las personas se desenvuelvan con normalidad en su vida cotidiana. Todo es un proceso, pero la interrupción del periodo adaptativo puede tener graves consecuencias a largo plazo. Tal y como explica Castro, "cualquier situación que podría ser adaptativa en la vida tendemos a llevarla a una excesiva medicalización y a utilizar fármacos que creemos que son seguros y nos dan una solución rápida", ha apuntado.

Los pacientes acuden a la consulta demandando ansiolíticos por varias razones. La prescripción médica actúa de barrera en una gran cantidad casos. No obstante, hay quien hace uso de las recetas de amigos o familiares sin la supervisión de un profesional. "Utilizan este recurso como si fuera algo inocuo y no lo es", ha sentenciado el experto.

El consumo inapropiado de ansiolíticos puede llegar a generar adicción. Pero estos medicamentos han pasado a formar parte del botiquín de muchos hogares. "Son muchos los que utilizan eso como válvula de escape y nos encontramos con verdaderos problemas de efectos secundarios", ha explicado Castro. Entre los efectos más destacados, podemos llegar a hablar incluso de un deterioro cognitivo. Pero también hay otros síntomas como la debilidad muscular, la alteración de la marcha o la pérdida de atención. Por tanto, atender a las recomendaciones sanitarias es fundamental en el consumo de ansiolíticos. "Tiene que tener su indicación en patologías concretas", ha comentado Castro.

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"Creo que tiene marcha atrás"

El contexto socioeconómico es importante para entender los problemas de salud mental. : La crisis económica de 2008 y la pandemia han puesto a prueba, además, la capacidad humana de lidiar con la adversidad. "Hemos visto que existe una mayor sensibilización a la no tolerancia de la frustración", ha comentado Castro. "El mecanismo de defensa que tenemos los humanos es un nerviosismo que no tiene por qué ser patológico", ha añadido. De esta forma, aprender a lidiar con la ansiedad es también un proceso de madurez. "Y no es un proceso fácil", ha asegurado Castro. No obstante, el experto es optimista sobre el problema con los ansiolíticos: "Creo que tiene marcha atrás. Pero hay que utilizar los medios adecuados en cada franja de edad", ha apuntado.