Ucrania consigue la primera victoria de la contraofensiva en Zaporiyia: recupera el control de una ciudad ocupada

Las fuerzas militares de Ucrania han logrado su primera victoria en el frente bélico de Zaporiyia en el marco de la contraofensiva que lanzaron este mes. En las últimas horas, el ejército ha recuperado el control de la pequeña ciudad de Piatijatki, en el frente de guerra de la región sur de Zaporiyia, que permanecía ocupada ilegalmente por las autoridades y unidades militares rusas. Se continúan registrando en la zona intensos combates entre los ejércitos de ambos países. La pasada semana, Kiev informó que sus tropas recuperaron en siete días posiciones por valor de una extensión total de 100 kilómetros de territorio, tras superar la presencia del país invasor en numerosas aldeas del este de la región de Donetsk. Si Ucrania logra afianzar, como es previsible, su presencia en Piatijatki y reciben refuerzos, la siguiente localidad en su punto de mira será Zherebianki, advirtió un funcionario leal a Rusia. De ahí, las tropas ucranianas podrán comenzar una nuevo movimiento ofensivo sobre la ciudad de Vasilivka. Por su parte, el presidente de EEUU, Joe Biden, aseguró el sábado que su gobierno no tiene intención alguna de ofrecer mayores facilidades a Ucrania con el fin de agilizar su entrada en la Alianza Atlántica. Su admisión, ha indicado, se hará realidad si Kiev, al igual que el resto de países miembros, cumple los estándares exigidos. El posicionamiento de Biden se ha precipitado después de que el portal Político informara el sábado, aludiendo a fuentes oficiales, que en el seno de la OTAN se estaba estudiando la aplicación de un mecanismo exprés para la incorporación del país en guerra con Rusia. «No», fue la clara respuesta del mandatario sobre la veracidad de estas informaciones. En la información de este medio se señalaba que el secretario general Jens Stoltenberg había puesto sobre la mesa a varios países la opción de que Ucrania se uniese a ellos sin tener que adoptar el conocido como Plan de Acción, que no son más que aquellas reformas militares y democráticas que todo países que aspire a ser parte de la Alianza debe haber ejecutado. Informaba, además, de que el propio Biden se había mostrado «abierto» a la posibilidad, con lo que él mismo se vio obligado a negarlo. El presidente estadounidense condenó el despliegue de armas tácticas rusas en territorio bielorruso, un movimiento que consideró «totalmente irresponsable». Putin, por su parte, aclaró que el despliegue de la primera batería de este armamento es preventivo ya que «no ve necesidad de usarlo» con el estado actual de las cosas. Durante su intervención el viernes en el Foro Económico que se está celebrando este fin de semana en la ciudad de San Petersburgo, el jefe del Kremlin ha rechazo que desee recurrir a este tipo de armamento, algo que ha considerado negativo, y ha aclarado que estas armas solo serán utilizadas en caso de enfrentarse a una «amenaza a la integridad, independencia, soberanía y existencia del Estado ruso». Uno de los objetivos de la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso, según el relato oficial del Kremlin, es desmilitarizar el país, algo que, según han anunciado este domingo, se ha cumplido «en gran medida». «Ucrania está usando cada vez menos armas suyas y cada vez más los sistemas de armas que le suministran los países occidentales», consideró el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, algo que buscaban propiciar con la entrada por la fuerza en el país. La viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Mailar, ha anunciado «éxitos tácticos» en todos los frentes en los que se ha lanzado el contraataque militar contra las fuerzas rusas. «En prácticamente todos los sectores en los que están atacando nuestras unidades en el sur han logrado éxitos tácticos. Están avanzando gradualmente. En este momento el avance es de hasta dos kilómetros en cada dirección», ha detallado en un mensaje publicado en Telegram. En Berdiansk y Mariúpol las fuerzas rusas está trayendo tropas de otras posiciones y aumentando la potencia de fuego, mientras las unidades ucranianas se topan con minas que tratan de ralentizar su avance. Este «éxito parcial» se ha logrado a pesar de la «superioridad aérea y de artillería del enemigo», tal y como ha admitido Mailar. Además ha defendido que «en las direcciones en las que estamos a la defensiva no se ha perdido ni una sola posición y el enemigo no ha podido avanzar». Mientras, en Bajmut, epicentro de la guerra en las últimas semanas, «la intensidad general de las hostilidades ha disminuido un poco» mientras los ucranianos están tomando posiciones en altura y bosques «con el objetivo de desplazar gradualmente al enemigo de los accesos a Bajmut», pese a que están recibiendo refuerzos de otros sectores. Dirigentes africanos están en San Petersburgo desde el sábado para presentar personalmente un plan de paz de diez puntos al presidente ruso, Vladimir Putin, y le han instado a abrir negociaciones con el gobierno de Zelenski para poner fin al conflicto armado. El presidente ruso ha afirmado que su gobierno no ha renunciado a la posibilidad de lograr una salida negociada del conflicto, pese a que asistió a algunas de sus intervenciones de los líderes africanos con gesto impaciente y, en ocasiones, contrariado, llegando a reprocharles el lenguaje que emplearon al hablar de la guerra. En las conversaciones con los representantes de más de cinco países de África, Putin ha vuelto a depositar la responsabilidad del conflicto sobre Ucrania y ha criticado la falta de iniciativa de Kiev para mantener contactos encaminados a la paz. Además, ha mostrado a los dirigentes africanos un borrador de acuerdo de paz —el mismo que manejaron en Estambul en los contactos de las primeras semanas posteriores a la invasión— en el que se fija como requisito la neutralidad de Ucrania. Piden, además, que renuncie a entrar en la OTAN y la UE, así como el reconocimiento de Crimea, Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón como territorio legitimo de la Federación Rusa.

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