El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha ensalzado la «política de Estado» de su formación al evitar un gobierno de Bildu en Vitoria o de independentistas en Barcelona, y ha apelado a la ciudadanía a otorgarle una «mayoría suficiente» que le permita «romper de una vez por todas la política de bloques que ha intentado construir el sanchismo». Así lo ha aseverado en su intervención durante el acto de partido «Pasar página e iniciar el cambio en España» en el Parque de El Retiro de Madrid, donde ha estado acompañado de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y otros presidentes autonómicos, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. El líder del PP ha calificado de «determinante» la figura de su formación al apoyar al PSOE en algunas ciudades como Barcelona o Vitoria y ha celebrado el «vuelco» dado al convertirse el PP en el «partido hegemónico de España» tras los resultados de las elecciones del 28 de mayo. Para el presidente del PP, este sábado, en el que se constituyeron los ayuntamientos, «empezó el cambio político en España», uno que debe «preservar el valor de la palabra dada y hacer una política de Estado», y se «empezó a romper la política de bloques». «Se acabaron las trincheras, se acabaron los bloques, se acabaron las divisiones, se acabaron las zanjas. Vamos a por la mayoría y vamos a cumplir nuestro deber en el Gobierno o en la oposición», ha clamado el líder del PP. Asimismo, ha aseverado que se ha acabado el «escuchar moralinas de quienes no las pueden dar» porque «mantienen en el cargo a una persona que ha dicho que Bildu ha salvado más vidas humanas que el PP», ha dicho en referencia a las declaraciones del delegado del Gobierno en Madrid, el socialista Francisco Martín. «Por supuesto, no vamos a aceptar moralinas de aquellos que no aceptan que gobierne el que gane, que parece obvio, que gobierne la lista más votada; que han hecho a España rehén de los que quieren romper la unidad territorial (...) o que nos han pedido apoyo para sacar de la alcaldía a un independentista en la capital de Cataluña el mismo día que le daban la de la capital de Galicia a un partido soberanista», ha agregado. En este sentido, ha avisado que cree que el presidente del Gobierno y líder de los socialistas, Pedro Sánchez, «jamás» habría apoyado al PP de la manera en la que este lo ha hecho en las capitales de Cataluña y País Vasco, si bien «no le importa» porque el PP ha cumplido con su deber, aunque ha incidido en que el jefe del Ejecutivo «debería no insultar» a los «populares». «Si no nos dan las gracias (por el apoyo en Barcelona y Vitoria) y además nos insultan, pues la bajeza moral también se aplica ahí», ha lamentado. Por otro lado, se ha referido a los pactos y ha instado a que «nadie» cuente con el PP para «defender la violencia machista» o «no defender la unidad nacional, la libertad de expresión o la de prensa». «Ya está bien de que se enrarezca el día a día de nuestra sociedad desde el punto de vista de la democracia», ha agregado al respecto, para incidir en su rechazo a la «política de bloques», para lo que ha pedido a los españoles «una mayoría suficiente» que le permita «romper» esta «de manera definitiva». «Solamente romperemos la política de bloques de forma definitiva desde el Gobierno de España con una mayoría sólida y suficiente para abrir otra vez España a los españoles», ha sostenido, para añadir que todo lo que ha pasado en los últimos cinco años «no se puede volver a repetir». Entre ello, ha dicho que «el nombramiento de Pablo Iglesias como vicepresidente fue lo menos malo que ha hecho este Gobierno», que, posteriormente, se ha visto envuelto en «decepciones, escándalos y engaños», cada uno quedándose «corto» en comparación con el siguiente. «Lo único que ya no engaña al Gobierno es que si vuelve a ser gobierno nos volvería a engañar los próximos cuatro años todos los días», ha avisado, para acusar al Ejecutivo también de haber «rematado» el deterioro institucional y de «no tener la más mínima empatía con las familias que peor lo pasan ni la más mínima conexión con la vida real de los españoles». Por último, Feijóo ha llamado a la ciudadanía a ver las elecciones del 23 de julio como «una oportunidad de derogar el sanchismo» y se ha comprometido a que, de ser elegido presidente del Gobierno, dentro de cuatro años no se podrá decir de él lo que «una mayoría de los españoles piensan de Sánchez y su Gobierno».