El presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección, Pedro Sánchez, ha apelado este domingo a «concentrar» todo el voto progresista en las elecciones del próximo 23J para evitar el «papelón» de un Ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, porque entiende que supondría un retroceso de 40 años. Sánchez ha hecho este llamamiento al voto útil en un acto de los socialistas en Dos Hermanas (Sevilla), que es el principal mitin de este tipo desde que convocó las generales y en el que se ha rodeado -tras un llamamiento desde Ferraz- de una decena de ministros socialistas de su Gobierno y de dirigentes del partido de todas partes de España. Para ese primer mitin de campaña, el PSOE ha optado por un feudo socialista, pues fue desde Dos Hermanas donde en enero de 2017 Sánchez confirmó que se lanzaba a la carrera para recuperar la Secretaría General del PSOE. Apelando también a ese espíritu, Sánchez ha asegurado que tiene «más fuerza que nunca, más ganas que nunca». «No estoy dispuesto a que este viaje termine aquí, no se lo merece España y el viaje debe continuar para que no pisoteen los avances de esta legislatura», ha señalado. Asimismo, en una entrevista en El País este domingo ha destacado que, de cara al 23J, hay algo «mucho más peligroso que Vox» y es un PP que asume sus «postulados y políticas». El candidato del PSOE al 23-J ha señalado sobre un posible pacto entre el Partido Popular y Vox tras los comicios generales, que los españoles cuentan con una información que no tenían antes: «PP y Vox ya sin ambages asumen que tienen que gobernar en coalición». Preguntado por el resultado de las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo y sobre si «se está derechizando España», como «está ocurriendo en buena parte de Europa», Sánchez ha apuntado que «España no es ajena a esa corriente reaccionaria». Sin embargo, ha matizado que el 28M «lo que hubo fue una concentración del voto conservador en dos fuerzas políticas, el PP y Vox», y un PSOE que «retrocede mínimamente, aunque pierde poder institucional», así como «una dispersión muy acusada en el electorado a la izquierda del PSOE». El presidente del Gobierno ha destacado también que el resultado electoral de hace tres semanas «lo que nos dice es que estamos a tres puntos del PP». «El bloque conservador obtuvo un 39%, lejos de los que dicen algunas encuestas que lo colocan en el 49%», ha añadido, por lo que se ha mostrado optimista para «darle la vuelta». Sobre acuerdos poselectorales de la izquierda, el jefe del Ejecutivo ha defendido en la entrevista que “con Sumar la coalición sería más fácil” y, al mismo tiempo, ha considerado como una buena noticia la reagrupación de la izquierda en esta formación que lidera la vicepresidenta Yolanda Díaz. En este sentido, ha puesto de relieve que ya no existe dispersión a la izquierda del PSOE. «Hoy existe un nuevo proyecto político, liderado por Yolanda Díaz, que se llama Sumar», ha comentado. Sánchez ha subrayado que, en todo caso, su partido tiene «una responsabilidad intransferible», porque «de la victoria del PSOE dependerá en buena medida que España continúe avanzando”. Sánchez ha asegurado también que el PSOE sale a ganar las elecciones y que, como todos los candidatos, aspira a gobernar en solitario, pero ha apuntado que, »asumiendo una realidad fragmentada, entiendo que después del 23 de julio conformaremos un Gobierno de coalición progresista con Yolanda Díaz y Sumar, que, por cierto, puede ser un Gobierno de coalición más fácil y más funcional, porque hemos trabajado de manera leal y eficaz en todas las leyes que han tenido que ver con Yolanda Díaz y con lo que representa Sumar. Sobre su gestión, ha analizado que «si hace un año hubiera dicho que la economía española iba a crecer al 2,1% en 2023, después de una pandemia y en plena guerra, que íbamos a doblar el crecimiento de la zona euro, que íbamos a crear más empleo que Italia, Francia o Alemania, me hubieran dicho que pecaba de optimista». Por ello, ha remarcado que “derogar lo que funciona gripa la economía«, y ha agregado que estos cinco años »son una historia de éxito colectivo como nación«. Así, ha remarcado que derogar »no es un proyecto político«, sino »retroceder 5, 15 o 20 años. Asimismo, ha acusado al PP y a Vox de no tener un proyecto político «más allá de derogar el sanchismo». En relación al acuerdo entre el PP y Vox en la Comunidad Valenciana, ha explicado que hace unos meses un líder europeo le dijo que «si hay un Gobierno del PP con Vox se van a romper los equilibrios dentro de la UE». En cuanto al trasvase de votos del PSOE al PP que detectan los sondeos poselectorales, ha señalado que el PSOE tiene el deber de advertir a la sociedad española sobre las «graves» consecuencias que puede tener un gobierno del PP con Vox. «El 28-M algo quedó claro, y también este sábado, y es que si suman PP y Vox, Santiago Abascal va a ser vicepresidente del Gobierno. Eso no lo niega nadie», ha enfatizado. Referente a la gestión de la ley del solo sí es sí, y sobre si les ha hecho daño en el voto femenino, ha reconocido que la reforma «fue un error». «Yo lo he reconocido como tal, he pedido disculpas y la corregimos», ha incidido. En la entrevista ha resaltado que ha tenido que tomar decisiones «muy difíciles y arriesgadas» durante su Gobierno, tales como los indultos a los líderes del procés, pero, al respecto, ha puesto de relieve que Cataluña ha sido durante los últimos diez años un monotema en la política española y «hoy no lo es». Sobre este punto, ha dicho que sabe que hay muchos españoles que le votaron en 2019 y que hoy, a lo mejor, están pensando en no hacerlo porque no entendieron esta medida, «pero hay que mirar cómo está Cataluña ahora. La política es resolver problemas», ha expuesto. En relación a Bildu, ha destacado que la distancia del PSOE y el partido vasco «es abismal» y que no tienen «un acuerdo de Gobierno». «Nosotros hemos aprobado una reforma de las pensiones con muchos partidos políticos, entre ellos Bildu, pero también el PNV, ERC y Podemos», ha dicho. Sobre el balance del Gobierno de coalición, ha apuntado que es «muy positivo» y que «es uno de los gobiernos más transformadores y reformistas de la historia de nuestra democracia». «Hemos aprobado 200 leyes. Ahora no necesitamos ya aprobar tantas, sino consolidar estas», ha afirmado. Sin embargo, ha reconocido que al Ejecutivo sí que le han «sobrado decibelios» en el debate interno. Por otro lado, cuestionado por los resultados del CIS, organismo en el que está al frente José Félix Tezanos, y sobre si ha sido un error mantenerlo en el cargo, ha dicho que «se podrá o no estar de acuerdo con las interpretaciones y las estimaciones», pero, «desde luego, lo que no se puede discutir es la calidad, la transparencia y la publicidad de todos esos datos brutos». Por último, preguntado sobre qué es el sanchismo, ha contestado que «es la vieja estrategia de la derecha cuando está en la oposición». «Es deshumanizar, caricaturizar, pintar al líder progresista que está al frente del Gobierno como una persona egoísta, que no tiene ningún escrúpulo y que hace cualquier cosa por mantenerse en el poder», ha concluido.