Xi Jinping y Blinken reconocen que deben estabilizar la relación entre China y Estados Unidos
Pekín avisa de que no va a dar un paso atrás en su posición respecto al estatus de Taiwán durante la reunión bilateral de más alto nivel de los últimos cinco años
Xi Jinping destaca avances tras verse con Blinken en Pekín. / Europa Press/Contacto/Li Xueren
Madrid
El presidente chino, Xi Jinping, ha recibido este lunes en Pekín al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ante el que ha dicho que las interacciones entre estados "deben basarse siempre en el respeto mutuo y la sinceridad". Xi ha expresado también el "respeto" de China a los intereses de Estados Unidos y ha destacado que los dos países "deben actuar con responsabilidad por la historia, los ciudadanos de ambos lugares y por el mundo entero".
Por su parte, Blinken ha reseñado que "Estados Unidos y China tienen la obligación de mantener su relación, el presidente Biden está comprometido a hacerlo", a lo que ha añadido que esa necesidad de mejorar el trato bilateral es un punto en el que ha coincidido también el máximo dirigente chino. El Secretario de Estado estadounidense ha destacado la importancia de intentar avanzar en una mejoría de las comunicaciones entre ambos países en el campo militar.
El mundo necesita unas relaciones estables entre Estados Unidos y China
— Xi Jinping, presidente de China
El encuentro entre Xi y Blinken no formaba parte de la agenda oficial del viaje del jefe de la diplomacia estadounidense.
Taiwán de telón de fondo
Blinken se ha reunido también con su homólogo chino Wang Yi durante más de cinco horas en un encuentro del que no han salido compromisos demasiado concretos.
El gobierno chino considera que ha sido una reunión "constructiva", pero al mismo tiempo ha descartado cualquier tipo de relajación en su posición respecto al estatus de la isla de Taiwán. "Mantener la unidad nacional forma parte del núcleo de los intereses chinos", ha defendido el ministro chino, quien ha acusado a Estados Unidos de llevar la relación bilateral a su punto más bajo por promocionar una opinión negativa del país asiático.
Blinken ha explicado sobre este asunto en concreto que "Estados Unidos no apoya la independencia de Taiwán" y que Washington apela a que Pekín y Taipei resuelvan sus diferencias de modo pacífico.
Avanzar es difícil, lleva tiempo y no se logra todo en un viaje. Tenemos la esperanza de que mejore nuestra comunicación
— Antony Blinken, Secretario de Estado de Estados Unidos
Pekín ha pedido a Washington en esta primera reunión que respete su soberanía en un encuentro en el que aún así han llegado a pactar cinco puntos que en la práctica son las bases mínimas de su relación. Todos estos acuerdos no pasan de ser compromisos de ambos países de mantener el diálogo al más alto nivel en los asuntos que interesen a ambos gobiernos.
Taiwán, la guerra de Ucrania, las violaciones de derechos en Hong Kong o la competición tecnológica siguen siendo espacios de desencuentro, pero aún así, el ministro del gigante asiático reconoce que esta visita supone un "nuevo comienzo" entre ambos países, y él mismo viajará próximamente a Estados Unidos.
Deterioro a lo largo del año
Desde el inicio de la guerra de Ucrania, que China no ha condenado todavía y en la que ha mostrado una sintonía constante con los intereses de Moscú, y sobre todo en los primeros meses de este año, la relación entre Estados Unidos y China se ha ido deteriorando cada vez más.
A los distintos puntos de vista sobre la guerra se sumó primero la polémica por los globos espía que sobrevolaron territorio estadounidense al mismo tiempo que se han ido encadenando las maniobras militares de ambos países en el Estrecho de Taiwán con algún encontronazo entre ambos ejércitos incluido, tanto en el aire como en el mar.
Ambos países han incrementado su arsenal nuclear el último año y también su influencia sobre el sudeste asiático y el Pacífico, firmando distintos acuerdos militares con países estratégicos de esa zona.
Blinken le ha pedido hoy a Xi Jinping que China que vigile el posible traspaso de tecnología por parte de empresas privadas de su país que puedan terminar favoreciendo a Rusia en la guerra de Ucrania.
