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Dos millones más de españoles han respirado aire contaminado en el 2022, según el nuevo informe de Ecologistas en Acción

La concentración de gases contaminantes, como el dióxido de nitrógeno o las partículas en suspensión, vuelve a subir en España por el aumento del tráfico privado. Así lo advierte el nuevo informe realizado por esta ONG pero que recoge los datos oficiales de las más de 780 estaciones de medición repartidas por todas las ciudades de nuestro país

La capa de contaminación atmosférica, un grave problema de las principales ciudades del primer mundo, también de Barcelona / EFE

Otro dato negativo es que siete millones y medio de españoles, una sexta parte de la población, ha respirado aire contaminado durante el pasado año y esto son dos millones de afectados más respecto al 2021. Y la lista de las ciudades con el aire más contaminado vuelve a estar encabezada, a gran distancia del resto, por Barcelona y Madrid. En concreto, la ciudad condal ha vuelto a superar el límite anual de dióxido de nitrógeno (el famoso NO2) aprobado por la Unión Europea y, mientras tanto, Madrid lo igualó.

Además, otros treinta núcleos urbanos rebasaron los límites fijados para las partículas en suspensión y el ozono, a ras de suelo. Pero lo peor puede estar por venir, porque el 80 % de la población respiró aire contaminado según los nuevos límites (más bajos) que ha propuesto aprobar la Unión Europea tras la petición de la OMS, la Organización Mundial de la Salud.

Más coches

Finalizadas las restricciones de la movilidad por la crisis de la COVID–19, el aumento del tráfico rodado en las ciudades de nuestro país y la falta de lluvias han disparado en 2022 los episodios de contaminación del aire.

De hecho, durante 2022 la calidad del aire en España ha empeorado respecto a los años 2020 y 2021, con un aumento significativo de los niveles de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5) y más matizado de dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono troposférico, aunque sin alcanzar estos dos contaminantes las concentraciones habituales en años anteriores a la pandemia. Si se toman los estándares de la normativa, más laxos que las recomendaciones de la OMS, la población que respiró aire contaminado por encima de los límites legales fue de 7,6 millones de personas, una sexta parte de la total y dos millones de afectados más respecto a 2021.

Y la superficie expuesta a niveles de contaminación que dañan la vegetación alcanzó 95.000 km2, una quinta parte del territorio, la cifra más baja de la última década.

Peor futuro

“Cuatro de cada cinco españoles respiraron en 2022 un aire que incumpliría los nuevos estándares legales propuestos por la Unión Europea para 2030” según ha advertido en rueda de prensa Miguel Angel Ceballos, el coordinador de este informe de Ecologistas en Acción. El año 2022 fue muy seco y el más cálido en España desde al menos 1961. La estabilidad atmosférica activó los episodios de contaminación por partículas, en su mayor parte procedentes del norte de África.

No obstante, el factor esencial para explicar el repunte de la contaminación atmosférica durante 2022 es la recuperación de la movilidad motorizada y de la actividad económica previas a la pandemia de la COVID-19. Aunque las fuentes renovables redujeron su aportación a la demanda de energía eléctrica, por la intensa sequía, en 2022 permanecieron cerradas la mayor parte de las centrales térmicas de carbón, las más contaminantes.

Contaminantes

Las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5) y el dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire siguieron afectando a la práctica totalidad de la población española. Pero las partículas PM10 presentaron en Canarias la peor situación de la última década.

Mientras tanto, pese al desplome general del NO2 en un 20 % respecto al nivel medio entre 2012 y 2019, Barcelona volvió a superar el límite legal anual y Madrid lo igualó.

Hay que recordar que el Tribunal Europeo de Justicia ha condenado ya a España por el “incumplimiento reiterado y sistemático” del límite anual de NO2 en ambas capitales.

Más muertes

Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, cada año fallecen 25.000 personas en el estado español por enfermedades agravadas por la mala calidad del aire, 10.000 de ellas en episodios de alta contaminación, según el Instituto de Salud Carlos III. “El empeoramiento de la situación en 2022 es en este sentido una pésima noticia”, advierte Miguel Ángel Ceballos.

Por otra parte, los costes sanitarios y laborales derivados de la contaminación atmosférica representan según el Banco Mundial 50.000 millones de dólares al año, un 3,5 % del PIB español. Los Planes de Mejora de la Calidad del Aire son obligatorios según la legislación vigente, pero una decena de Comunidades Autónomas siguen incumpliendo su obligación de elaborarlos para rebajar el ozono en las zonas donde se exceden los objetivos legales. A instancias de Ecologistas en Acción, los tribunales de justicia han condenado la inactividad de los gobiernos de Castilla y León, Cataluña, Comunitat Valenciana y Navarra. Según Ecologistas en Acción, la única forma de mejorar la calidad del aire en las ciudades es disminuir el tráfico motorizado, potenciando la movilidad activa peatonal y ciclista y el transporte público limpio.

Sin embargo, vencido hace medio año el plazo para que todas las ciudades de más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones, para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, pocas han cumplido esta obligación legal, pese a los abundantes fondos públicos que están recibiendo para ello.

Javier Gregori

Javier Gregori

Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...

 
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