Los del PP se mofan de Feijóo

Barcelona

Alberto Núñez Feijóo bendijo el pacto de su partido, el PP, con los ultras en la Comunidad Valenciana: y eso que el número dos de Vox, José María Llanos, negó taxativamente que existiese la violencia de género: "No existe la violencia machista", afirmó. Ayer el líder popular también aplaudió desde estos micrófonos el acuerdo del PP con Vox en las Islas Baleares. Dijo que era "correcto" y que como la violencia machista es una obviedad, no hace falta que figure en los textos.

Pues bueno, a ver si arregla el caos interno de su casa de una vez por todas, porque se va haciendo costumbre que sus propios dirigentes se insubordinen, le desmientan o se pasen sus instrucciones por el forro. A veces con toda la razón, como la de la extremeña María Guardiola. "No puedo dejar entrar en mi Gobierno a quienes niegan la violencia machista", ha dicho hoy. Y se ha plantado ante los parafascistas. Es lo contrario de lo que ha aprobado Feijóo en Castilla y León; en Valencia; y en las Islas. ¿Ese es el partido del orden, de la autoridad, de la coherencia?

No solo su gente se mofa de sus instrucciones. También la hemeroteca le contradice de cabo a rabo. Para salvar su supuesta defensa de los derechos de la mujer y de la igualdad de género, Feijóo también proclamó ayer, aquí, que "nuestro partido tiene una trazabilidad". "Hemos estado en todas las grandes leyes” (feministas), añadió. Hombre, hombre, claro que sí. Pero al revés. En 1981, bajo su padrino, el exministro franquista Manuel Fraga, su particular batasuno, votó contra la ley del divorcio, En 1985, votó contra la ley del aborto. En 2010, contra la segunda ley de interrupción del embarazo. En 2005, el PP también votó contra el matrimonio homosexual. Y siempre recurrió esas leyes ante el Tribunal Constitucional, aunque sus dirigentes se hartaron de aprovecharse de ellas. ¿Trazabilidad o hazmerreír?

Seguro que Feijóo no quería mentir, claro que no. Solo que tiene el trazo desviado.