Una falsa nota de abandono y unos restos encontrados 19 años después: así es el caso machista que se consiguió resolver a contrarreloj para que no preescribiera
Ana María Canal, hermana de Juana, y Juan Manuel Medina, abogado, han visitado 'La Ventana' para explicar como se han sentido frente a la investigación de la desaparición de su hermana
Un crimen machista que estuvo a punto de prescribir
El 22 de febrero de 2003, Juana Canal, una mujer trabajadora, madre de dos hijos, vecina de un barrio de Madrid, desapareció sin dejar rastro. Cuando su hijo llegó a casa, encontró una nota de la que en ese momento era la pareja de su madre en la que explicaba que habían discutido y que ella se había marchado. La familia nunca lo pensó. Nunca creyó que Juana desaparecería y abandonaría así a sus hijos.
En 2019, un paseante descubrió en un paraje rural de Ávila unos restos que parecían humanos. Se analizaron y apareció una coincidencia con el ADN proporcionado por la familia de Juana. Esto confirmaba que se trataba de Juana. Aun así, se tardó dos años más en notificar la existencia de esta coincidencia, por lo que no fue hasta 2022 cuando se comenzó a investigar a contrarreloj lo que había pasado de ser una desaparición a un supuesto homicidio. El crimen estaba a solo unos meses de prescribir.
El final del caso de Juana
En ese momento, las pesquisas apuntaban desde el principio a la expareja de Juana, Jesús. Algo que no sucedió 19 años atrás, aun cuando los indicios parecían claros. La zona en la que fueron hallados los restos estaban en el pueblo de Jesús, en Ávila, fue la última persona que la vio con vida y además, la noche de su desaparición, Juana llamó a la policía para alertar de que Jesús la había agredido. La policía retomó el caso con todo. Realizaron más inspecciones en la zona en la que fueron hallados los restos, lograron permiso judicial para intervenir el teléfono del sospechoso, y finalmente le detuvieron y acudieron con él a su propiedad, donde se derrumbó y confesó. Finalmente, cuatro meses antes de que el caso prescribiera, Jesús ingresó en prisión. En ese tiempo él había rehecho su vida. Se había casado con otra mujer cuatro meses después de la desaparición de Juana, empezó a trabajar con la familia de su mujer y fue padre de tres hijos.
"Ahora es cuando lo estoy empezando a asimilar y retomar mi vida"
Ana María Canal, hermana de Juana, y Juan Manuel Medina, abogado de la familia Canal, han visitado 'La Ventana'. "Estoy saliendo de un estado de shock. Empezó todo este verano con la noticia de los restos de mi hermana. Ha sido todo una serie de cosas que me ha llevado a un estado que me ha costado mucho salir. Ahora es cuando lo estoy empezando a asimilar y retomar mi vida", ha explicado la hermana. Estoy agradecida porque se ha sabido la verdad, pero, por otra parte, es muy duro".
"El asunto podría haber llegado a preescribir. El 23 de febrero de este año cumplió veinte años de este caso. Lo peor es que el culpable estuvo durante más de diecinueve años durmiendo tranquilamente y haciendo una vida normal. Desde mi prisma esta situación en inaudita, rehacer tu vida sabiendo que hay una mujer enterrada", ha comentado el abogado.
La Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra a la Violencia de Género, fue aprobada unos meses más tarde del asesinato de Juana. "Si se hubiese aprobado antes, a lo mejor no estábamos aquí sentados. Hoy en día, ante una denuncia de un supuesto delito de maltrato, la Policía tiene un protocolo de actuación que, frente a un mínimo indicio, procede a la detención del agresor", ha explicado Medina.
"Estoy mejor. Se ha llegado a la verdad. He recibido mucho apoyo. El trabajo de la Policía y de la Guardia Civil ha sido muy bueno", ha concluido la hermana de Juana.
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