Fito Páez: "La muerte de una madre en la infancia huele a flores marchitas en la tumba de un cementerio"
"Mi padre muere en el 85 y mis abuelas en el 86. Necesitaba mucha anestesia. Si hubiera tenido coraje, probablemente me hubiera suicidado. Tuve suerte"
Fito Páez: "Soy un privilegiado, hago lo que quiero, vivo en la extrema libertad"
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Rey en ventas, en afectos, monarca absoluto del rock argentino, Fito Páez está en España hablando de su arte. Un arte desplegado en varios soportes: en un libro, las memorias de su infancia y juventud; en una serie de ocho capítulos sobre su vida para la plataforma Netflix basada en esas memorias y en la revisión de su disco más vendido y emblemático: "El amor después del amor", cuyas canciones, treinta años después, ha grabado de nuevo en la compañía de artistas de la categoría de Elvis Costelo, Marisa Monte, Nathy Peluso o los españoles Leiva, Estrella Morente o Antonio Carmona.
De todo eso habla estos días Fito Páez (Rosario, 1963) aunque para ello se remonte en el tiempo a un objeto, una llave que guardaba celosamente el piano que tocaba su madre y que dejó en silencio la muerte de esta cuando él tenía apenas ocho meses. "El piano todavía existe -asegura el cantante-; es un instrumento de 1800, de origen alemán, ahora lo he llevado a reparar a un especialista de pianos porque su cuidado es muy complejo, pero espero recuperarlo para tocarlo de nuevo". Y de una llave que abría un piano a una puerta que abría un lugar, la disquería (una tienda de discos que diríamos aquí) Oliveira en Rosario, a la que iba a menudo en compañía de su padre. "Esa -advierte Páez- era una rutina de sábados. Íbamos a la mañana a la peluquería, dábamos un paseo por el barrio y entrábamos en la disquería Oliveira, donde escuchábamos música y yo podía llevarme uno". ¿Con qué criterio? "Yo no tenía criterio, me guiaba por la portada de los vinilos, luego tenía que esperar que aquella tapa bonita coincidiera con grandes canciones dentro".
Era su progenitor un melómano entregado, que le inoculó el veneno de la pasión por la música, aunque no quisiera saber nada de la posibilidad de que su hijo Rodolfo se terminara dedicando profesionalmente a ello. "Eran tiempos complejos y aunque a mí me pillan con 12 o 13 años es verdad que el clima era peligroso para según qué ocupaciones. Las palabras en dictadura son específicas, como un poco ocurre ahora. Maricones, comunistas, drogadictos, igual que términos como rockeros y subversivos". Y aclara: "Pero el rock era una actividad que se hacía y consumía de noche y es verdad que en esa época saliendo de algún concierto te podía parar la policía y detenerte. Si no querías problemas con la música había que cantar de día en un coro".
La muerte es una realidad que ha estado muy presente en importantes capítulos de su vida. De hecho, su libro de memorias empieza con una frase impactante: "De niño conocí el olor de la muerte". El aroma emocional que supuso perder a su madre cuando él sólo tenía ocho meses de vida. "Durante varios años fui todos los sábados de la mano de mi padre al cementerio a ponerle flores a la tumba de mi madre. La muerte de una madre en la infancia huele a flores marchitas en la tumba de un cementerio", cuenta Fito Páez. Una muerte que le llevó a ver morir a su padre en 1985 y un solo año después a vivir el espeluznante asesinato de sus abuelas en su propia casa a manos de unos atracadores.
En el lado luminoso, además de la presencia de la actriz Cecilia Roth, la del cantante cubano Pablo Milanés. "Pablo es una figura central en mi vida. Me conoció en un momento muy borde, me llevó a La Habana y me salvó". Y, desde luego un álbum que le cambió su vida, el más emblemático y vendido de la historia de Argentina: "El amor después del amor". Lo ha vuelto a grabar y en España saldrá a la venta este viernes; un disco que recuerda que nada es intocable, ni demasiado sagrado, como para no poder revisitar el pasado y mirarlo de otra manera, con otra perspectiva.
Sergio Castro Salillas
Redactor y guionista en la SER desde 1996. Estuvo en La Ventana, A Vivir y ahora es redactor de Hoy...