Un programa intratable
'Sálvame' era un programa de la gente normal, por eso a muchos les espantaba, porque siguen soñando que la normalidad son ellos y sus gustos y no saben por dónde le está pegando el viento y creen que además es incompatible ver 'Sálvame' con escuchar a Mozart
La contra | Un programa intratable
02:01
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1687551522256/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Madrid
Son muchos años, muchas horas delante de la televisión. No era mi programa predilecto, pero por supuesto que lo veía. Lo mejor que se puede decir es que entretuvo a millones de personas. Y lo peor que se puede decir de Sálvame es preguntarse de qué manera las entretuvo. Lo justo creo que es preguntarse si no exageramos todos sus detractores y sus admiradores. Creo que dejó varias lecciones. La más importante fue enseñarnos que desde el momento en que nacemos nunca se sabe dónde acaba el guion y dónde empieza la vida. Fue un programa, a mi juicio, según mi diagnóstico, intratable desde que el 1 de mayo de 2009, Día Internacional del Trabajador, se estrenó allí Belén Esteban. Allí dejó una honesta declaración de intenciones. La animaron ese día en el plató a cantar una canción de Alaska y ella se puso a cantar 'Tengo un tractor amarillo' del Koala. A Belén Esteban le pertenece, además, una de las mejores frases que yo escuché nunca, no en 'Sálvame', sino en la televisión, cuando en una discusión la llamaron tonta y dijo "deja de llamarme tonta, que hay mucha gente tonta que nos está viendo". Sálvame, efectivamente, lo veía gente tonta, lo veía mucha gente lista y lo veía gente sabia. Sálvame era un programa de la gente normal, por eso a muchos les espantaba, porque siguen soñando que la normalidad son ellos y sus gustos y no saben por dónde le está pegando el viento y creen que además es incompatible ver 'Sálvame' con escuchar a Mozart. La normalidad hay que ganársela, hay que ganarse, saber estar en ella, hay que ganarse, denunciarla cuando procede y también hay que ganarse, disfrutarla sin pedir perdón.
Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario...