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"Nuestro objetivo es que toda la harina del mundo sea sin gluten": el revolucionario invento que podría cambiar la vida de los celiacos

El precio de los productos sin gluten es mucho más elevado. Se estima que entre el uno y el dos por ciento de la población española sufre los estragos de la celiaquía. Esta iniciativa abre la esperanza a un futuro libre de gluten

Los Revolucionarios | Bread Free

La alimentación vertebra nuestro día. Es una forma de estructurar nuestras jornadas, de cuidar nuestro organismo e incluso de socializar con nuestro entorno. Pero en ocasiones las alergias e intolerancias alimenticias dificultan estas funciones. Daniel Gómez-Bravo, cofundador de 'Bread Free', tenía dieciocho años cuando una de sus amigas fue diagnosticada como celiaca. Por aquel entonces el era estudiante de biotecnología y vio en esto una oportunidad para buscar y consumir productos sin gluten.

"Desde que se descubrió la celiaquía se han utilizado otro tipo de ingredientes para hacer productos sin gluten. Pero el problema es que como no son de harina de trigo, los productos no son iguales", ha afirmado Gómez. Se estima que entre el uno y el dos por ciento de la población española sufre de celiaquía. Aunque se considera que el 80% de la población celiaca no está diagnosticada. De hecho, en la mayoría de casos esta enfermedad se detecta entre los 36 y los 44 años. Tras el diagnóstico todo cambia. Hay que adaptar la alimentación, adoptar nuevas rutinas y preparar el presupuesto para un aumento del precio total de la compra.

"Un celiaco de media se gasta entre 500 y 1.000 euros más al año"

Los productos aptos para celiacos se caracterizan por tener un precio mucho más elevado que el resto de productos "Un celiaco de media se gasta entre 500 y 1.000 euros más al año", ha aseverado el cofundador de 'Bread-Free'. Son muchas las familias que se ven obligas a prevenir este exceso del gasto en su presupuesto. "Estamos hablando de que casi un 10% de la población consume este tipo de productos", ha puntualizado Gómez. Pero más allá de los costes, también es importante tener en cuenta las propiedades nutricionales de los productos sin gluten. "Los productos sin gluten tienen una calidad nutricional bastante deficiente", ha comentado Gómez.

La necesidad de tomar medidas a este respecto es evidente. El aumento del a prevalencia favorece la toma de conciencia a este respecto. En este sentido, el número de personas celíacas es mucho mayor que el de hace décadas. "Hemos mejorado mucho las técnicas de diagnóstico y lo que antes se pensaba que era un dolor de tripa, ahora se sabe que es celiaquía", ha expresado Gómez.

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Con el objetivo de facilitar la vida de su amiga y la de el resto de personas celiacas, Gómez quiso crear un invento que fuese capaz de separar el gluten de la harina. 'La primera harina de trigo sin gluten del mundo', así es como Daniel Gómez-Bravo define a su proyecto. "Al final partimos de harina de trigo convencional, de la que te encuentras en el supermercado y a través de un proceso biotecnológico conseguimos hacer una harina de trigo libre de gluten, conservando todas las propiedades de sabor, textura y valor nutricional de los productos tradicionales", ha explicado el cofundador de 'Bread Free'.

"Ha habido otros intentos pero fallidos"

Las intolerancias alimenticias son cada vez más frecuentes. De este modo, son muchos los que ven su vida afecta por la celiaquía. Por tanto, sorprende que esta sea la primera vez que se pone sobre la mesa la posibilidad de una harina de trigo sin gluten. Pero esto no es del todo exacto. Tal y como ha asegurado Gómez, "ha habido otros intentos pero fallidos", ha apuntado.

Habiendo avanzado es sus primeros pasos, el cofundador de 'Bread Free es ambicioso con respecto al futuro de su proyecto: "Nuestro objetivo es que toda la harina del mundo sea sin gluten", ha asegurado. De esta forma, prevé que podrán sacar adelante unos 100-200kg diarios de harina sin gluten en 2023, y cerca de 1 tonelada por hora en 2024. Sin embargo, el problema es que una harinera normal produce unas 1000 toneladas al día. La diferencia es abismal. Por tanto, el futuro de la harina de trigo sin gluten estará marcado por las demandas de las industrias alimenticias.

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