Barakaldo, municipio en el que se ha instalado el primer árbol artificial para combatir la contaminación
Teresa García, doctora en Bioquímica del departamento de I+D de BROMALGAE, ha explicado en 'La Ventana' los beneficios de este proyecto
Barakaldo, municipio en el que se ha instalado el primer árbol artificial para combatir la contaminación
No todo el mundo le da importancia a la presencia de los árboles en las ciudades. Su existencia es fundamental para producir oxígeno, purificar el aire, reducir la temperatura del suelo... entre muchos otros beneficios. Con la llegada del calor se da el efecto conocido como islas de calor urbanas y es el responsable del 4% de las muertes en ciudades europeas durante los meses de verano. Según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), un tercio de estas muertes podrían evitarse si los árboles cubrieran el 30% del espacio urbano.
En Barakaldo, se ha instalado el primer árbol artificial diseñado para reducir la contaminación ambiental. Este tipo de árbol artificial tiene microalgas en sus copas para purificar el aire y reducir las emisiones. Su estructura es capaz de eliminar los gases de efecto invernadero que acaban con miles de árboles jóvenes.
"El árbol que hemos colocado equivale a 200 árboles jóvenes"
Teresa García, doctora en Bioquímica del departamento de I+D de BROMALGAE, ha visitado 'La Ventana' para explicar cómo la empresa donde trabaja ha llegado a desarrollar este proyecto ambiental.
"El árbol que hemos colocado equivale a 200 árboles jóvenes, pero tenemos un prototipo mayor que es el que equivaldría a mil", ha informado García. Su mantenimiento está influenciado principalmente por el clima. "En función de cómo afecte el tiempo al árbol y en función de lo crecidas que estén las microalgas, cada cierto tiempo, tendremos que vaciarlas y darles nueva agua con sales minerales para que vuelvan a crecer".
"Nuestra idea es que instales en puntos más críticos a nivel de contaminación"
Este proyecto no pretende sustituir los árboles naturales. La estética que presentan no recuerda a un tronco con ramas y hojas. "Los árboles naturales son incomparables, pero esto se trata de un complemento que les puede ayudar. La estética siempre se puede modificar", ha comentado la doctora.
"Nuestra idea es que se instalen en puntos más críticos a nivel de contaminación, como, por ejemplo, las entradas a las ciudades donde la circulación es masiva", ha comentado García.
El precio de estos árboles no está establecido aún, pero sí se conoce su nombre 'Garbi', que hace referencia a la palabra limpio en euskera. La doctora indica que las microalgas que se encuentran en la parte superior de estas infraestructuras se pueden utilizar para regar las zonas verdes de las ciudades. Además, pueden actuar como bioestimulante y biofertilizante para el suelo.