El precio del motín en Rusia: ¿Funcionan las sanciones?
Más de un año desde el inicio de la guerra en Ucrania y once paquetes de sanciones más tarde, Rusia se tambalea
El precio del motín en Rusia
Madrid
La crisis abierta el pasado fin de semana en Rusia entre el poder y el Grupo Wagner ha confirmado la inestabilidad en el país. Tras once paquetes de sanciones, la organización paramilitar se ha revelado contra el poder de Putin y se hace evidente el daño causado por las sanciones de Occidente.
"La guerra contra Ucrania está resquebrajando el poder ruso y afectando su sistema político", afirmaba Josep Borrell, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
En total, las sanciones han afectado a 1.473 individuos rusos, a 207 empresas y han congelado activos por valor de 21.500 billones de dólares. Efectivamente, son tres impactos los que explican la situación de ahogo económico en Rusia.
Las exportaciones de petróleo ruso no se paralizan, pero sí se abaratan
Rusia sigue exportando petróleo sin problemas pese al veto de Occidente. De hecho, en mayo ha alcanzado su récord de exportaciones. En la actualidad, Rusia exporta 8,3 millones de barriles al mes; mientras que previo a la invasión, los niveles de exportaciones se situaban en 7,7 millones de barriles. Lo que supone un incremento del 8%, según la Agencia Internacional de la Energía.
Ahora bien, Rusia aumenta la cantidad de crudo exportado, pero no su precio. Antes del conflicto, el 80% de la exportación del crudo ruso se destinaba a países de la OCDE y el 20% a China. Ahora los porcentajes se han dado la vuelta, y el precio también debido a los topes. El petróleo ruso es un año después de la guerra un 27% más barato.
"El problema más gordo tiene que ver con los países del 'sur global', no alineados con Occidente ni con Rusia -India, Indonesia, Sudáfrica,...- países que no están haciendo caso de las sanciones", explica Federico Steinberg, investigador principal del Instituto Real Elcano. Al hacer caso omiso, dan oxígeno al comercio exterior de Rusia.
Las ventas de carbón ruso caen a la mitad
Las sanciones sobre el carbón de Rusia sí han funcionado, las ventas han descendido un 50% y, como consecuencia, los ingresos procedentes de esta materia prima se desploman a la mitad.
"Poco a poco hemos ido acorralando partes esenciales de la economía rusa, pero hay que reconocer que es lento y hay muchas salidas de petróleo y gas ruso. Por lo tanto, el flujo de dinero que sigue llegando a Moscú es constante y permitiría seguir financiando la guerra", advierte Federico Steinberg.
El rublo, el eje de ataque del mercado financiero
La moneda rusa ha sido el tercer objetivo de Occidente. Al comienzo de las sanciones, el rublo se desplomaba y ha conseguido recuperarse. La estrategia de Putin fue clara: todos los pagos a Rusia serán a través de la divisa del país.
A día de hoy, el rublo ha alcanzado el valor previo a la guerra. Aunque no es una cifra real, porque se ha logrado gracias a la ingeniería económica articulada por el Kremlin.
La moneda rusa se llega a sostener pese a la caída de su economía, de los ingresos de petróleo y de carbón por las restricciones impuestas por el poder ruso: a las empresas se les impide vender rublos, los bancos centrales bloquearon las ventas durante seis meses, han limitado la cuantía de rublos que pueden sacar los ciudadanos y los compradores de petróleo han sido obligados a pagar en rublos.