Alana Portero: "A donde no llega la comprensión, llega el amor"
La autora del éxito editorial "La mala costumbre" ha pasado por el consultorio de libros de Hoy por Hoy
El consultorio | Alana Portero
19:20
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1688031805647/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Este miércoles recibía el reconocimiento Arcoiris por su defensa y visibilización de los derechos de las personas del colectivo LGTBIQ+, que agradeció con un discurso "a los que me odian" que se ha hecho viral. Y un día después se ponía la bata blanca para atender el consultorio de libros que se abre todas las semanas en Hoy por Hoy. Antes, Ángels Barceló y Alana Portero charlaban sobre su primera novela, "La mala costumbre" (Seix Barral), todo un acontecimiento editorial que se ha vendido ya en 11 países, que incluyen mercados tan difíciles de penetrar como el británico, el estadounidense o el francés. Parte de su éxito se debe sin duda a la potencia de su prosa, pero posiblemente también al hecho de que la novela es la celebración de una vida: "hay muchas ganas de vivir en esta novela".
De "La mala costumbre" sorprende la potencia de su prosa y también el amor que rodea siempre a la protagonista: una niña trans que crece sin apenas referentes y vive una vida de soledades y fingimientos pero que, a pesar de todo eso, es muy querida por su familia. Los momentos de alegría y plenitud que se describen al principio de la novela se sienten como un desafío a la narrativa habitual sobre las vidas trans del pasado, "siempre traumáticas". En este sentido, Alana ha explicado: "las vidas trans son casi, casi como cualquier otra vida. En general los padres quieren a sus hijos. Hay familias que no, hay grandes tragedias familiares. Pero lo normal es que los padres quieran a sus hijos. Ni siquiera es necesario que les comprendan. La comprensión está sobrevalorada: a donde no llega la comprensión, llega el amor."
Preguntada por el interés que ha despertado el libro, Alana reconoce que, aunque nunca hubiera imaginado este éxito, tampoco hubiera podido escribirla antes. "Tengo 44 años y solo la he escrito cuando he sentido que tenía capacidad para hacerlo" aunque, por supuesto la coyuntura ayuda: "una es hija de su tiempo. Yo no escribí pensando en la coyuntura pero el tiempo que nos toca es el tiempo que nos toca."
En la novela Alana escribe: "nuestra misión es traspasar eso que recibimos a otras. Aprendí que la genealogía, al ser un amor heredado, solo funciona en cascada." En la radio ha explicado que "yo desde siempre estaré en deuda con las mayores. No sé si he generado deudas con las más jóvenes, espero haber ayudado. Yo no tuve casi ningún referente, solo expropiados del audiovisual. Tuve que crecer bastante para encontrarme esos referentes de carne y hueso. Pero hay una deuda muy grande colectiva, no solo nuestra, con las mujeres trans de cierta edad, que han sido quizá las mujeres más maltratadas de la historia reciente de nuestro país. Se llevaron la peor parte de la ley de peligrosidad social, fueron encarceladas en cárceles masculinas. Hay una deuda histórica importantísima, una deuda feminista, y una deuda social y política con ellas".
Y en cuanto a una pregunta que se le hace recurrentemente sobre si su novela es autoficción o autobiografía, Alana menciona a Brett Easton Ellis a quien, a pesar de que él mismo habla de lo muy autobiográfica que es su última novela, la monumental "Los destrozos" (Random House), nadie le dice que ha escrito una obra de autoficción. "Hay mucha ficción en "La mala costumbre", más de la que parece. Reivindico también nuestro derecho a ficcionar."
Como libróloga, cabe destacar varias de las ficciones que recomienda: leer "La voluntad de creer", de Pablo Messiez (ed. Continta me tienes), antes de ir a verla al teatro, o la biografía de Heather Clark. "Cometa rojo: arte incandescente y vida fugaz de Silvia Plath, en la editorial Bamba. Este libro, un volumen muy grueso, se lo recomienda Alana a su colega de escudería editorial Alba Carballal, que le pide un libro sobre cualquier tipo de armario, no solo de género. Alana explica que Silvia Plath vivió entre la ambición de ser una gran escritora y adaptarse a una identidad muy constreñida en el rol del ama de casa perfecta de los años 50. Y la asfixia de ese armario contribuyó a sus graves problemas de salud mental. También Bob Pop se apunta a este consultorio y le pide un libro para cuando no tiene ganas de escribir, para el que Alana receta "Piranesi", de Susana Clarke (en Salamandra).
Por último, una consulta sobre personajes trans da pie a Alana a comentar: "no hay ningún libro que cumpla la función de ayudarte a construir un personaje trans. Para construir a un personaje trans, como a cualquier otro personaje, hay que hablar con la gente, preguntarles y tener los ojos abiertos".
Eva Cruz
Redactora en el magazine de 'Hoy por Hoy' desde 2017.