No nos pueden tratar como idiotas

A menudo los candidatos políticos creen tener asegurado los votos de los suyos, confían en una fidelidad ciega de sus votantes, hagan lo que hagan o digan lo que digan, y a estas alturas de nuestra vida política, en la que llevamos varios grados y varios másteres, esos candidatos deberían saber ya que no nos pueden tratar como idiotas y nosotros les deberíamos hacer saber que somos más críticos de lo que aparentamos.

Ante la proximidad de unas elecciones generales, los ciudadanos deberían saber con quién va a pactar el partido al que voten, en el caso de necesitarlo. Responder machaconamente a esta pregunta, como hace Feijóo, con el argumento de que quiere gobernar solo es no querer decir abiertamente la verdad. Carlos Mazón, en la Comunitat Valenciana, también decía que quería gobernar solo y ha metido a la ultraderecha hasta la cocina. Marga Prohens, en Baleares, le ha comprado a la ultraderecha todo el marco ideológico sin pestañear. Así que, si nos atenemos a los precedentes, sí, Feijóo pactará con Abascal, pues que lo diga.

No querer declarar el sueldo que cobra de su partido también genera desconfianza, ¿no cree Feijóo que los ciudadanos deben saberlo? Y más cuando se le conmina, con la ley en la mano a hacerlo. ¿Por qué no quiere Feijóo que sepamos lo que cobra del PP? Quizás piensa que no lo entenderíamos, nos subestima, hasta entendemos, que cerca de 40 mil euros en gastos de representación, como dijo ayer el partido, se parece mucho a un sobresueldo.

¿Por qué no quiere Feijóo que sepamos lo que cobra del PP?

Creen algunos candidatos que, disciplinadamente, compraremos toda su mercancía sin cuestionarla, o compraremos incluso sus silencios y su distancia. ¿No creen que Pedro Sánchez no se habrá arrepentido de no haber ido antes a El Hormiguero?

¿No se habrá arrepentido de haber estado tanto tiempo en esa especie de burbuja en la que se metió o en la que le metieron sin responder a las preguntas que siempre dejaban en el aire aquellos que no piensan como él? Porque es importante hablar para todos, hasta los que discrepan pueden hacer un esfuerzo por escuchar. Y esto es algo que deberían aplicarse los candidatos, sean del partido que sean.

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Es importante que se explique y que den respuestas a todo aquello que nos preguntamos. ¿No es tan difícil, no? Quizás es que estaremos perdiendo la costumbre de escuchar. Ellos dan por hecho que nos pueden contar solo lo que quieren y nosotros nos hemos acostumbrado a ello, sin exigir más, y así, poco a poco, la sociedad se va adormeciendo. Deberían saber que somos capaces de entenderlo casi todo, entender en la acepción de percibir y tener una idea clara de lo que se dice. Quizás no compartirlo, pero sí entenderlo.