Es posible que los gais no caigan tan mal a Dios como creen los ultracatólicos
Una historia que no tiene nada que envidar a una película de Tarantino
Es posible que los gais no caigan tan mal a Dios como creen los ultracatólicos
Madrid
Fin de semana del Orgullo, momento idóneo para acudir al Antiguo Testamento y recordar el pasaje de la destrucción de Sodoma. Una historia que no tiene nada que envidar a una película de Tarantino. Dos ángeles visitan la ciudad enviados por Yahvé. Si logran encontrar entre sus habitantes diez hombres justos, Sodoma se librará de ser destruida. Lot acoge a los ángeles en su casa, pero pronto comienzan los problemas. Los sodomitas rodean la vivienda, “mozos y viejos, todos sin excepción”, como relata el Génesis. Llaman a Lot y le piden que les presente a los ángeles que alberga en su casa. “Sácanoslos para que los conozcamos”, le dicen.
Spoiler: el “conocimiento” al que se refieren los sodomitas tiene más que ver con practicar “la caidita de Roma” que con que los ángeles les agreguen a su Facebook Lot se dirige a ellos: “Por favor, hermanos míos, no hagáis semejante maldad. Mirad, dos hijas tengo que no han conocido varón; os las sacaré para que hagáis con ellas como bien os parezca; pero a esos hombres no les hagáis nada, pues para eso se han acogido a la sombra de mi techo”. Podemos entender a Lot, es lo que habría hecho cualquiera. Si les entregas a los ángeles, adiós buenas reseñas en Airbnb. Los sodomitas rechazan la oferta, no porque las muchachas no fueran atractivas sino porque se habían encaprichado de los ángeles. Los ángeles, que al no tener sexo no le ven ninguna utilidad a la discusión, salen de la casa y dejan ciegos a todos los participantes en el escrache. Luego le dicen a Lot que huya con su familia de la ciudad y la destruyen. Fin.
Ni soporto ni tolero las lonas que anuncian sentencias de muerte
Hoy sabemos que Sodoma pudo muy bien ser Tall el-Hammam, una ciudad de Oriente Medio arrasada fortuitamente por un meteorito hace 3600 años, con lo cual el relato del castigo divino quedaría en entredicho. Existe, por tanto, la posibilidad de que los gais no caigan tan mal a Dios como creen los ultracatólicos. Es posible, incluso, que sean sus favoritos. ¿O no es sospechoso que todas las semanas santas llueva y el día del desfile del Orgullo haga siempre buen tiempo?
Miguel Sánchez Romero
Guionista y realizador televisivo español, Miguel...