"Estas partículas son muy pequeñas y pueden entrar con mucha facilidad a nuestro sistema respiratorio"
Roberto Román, profesor e investigador del Grupo de Óptica Atmosférica de la Universidad de Valladolid, ha visitado 'La Ventana' para explicar como nos afectan las partículas provocadas por los incendios

"Estas partículas son muy pequeñas y pueden entrar con mucha facilidad a nuestro sistema respiratorio"
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Las imágenes de los incendios en Canadá han impresionado al mundo en los últimos días. Según los datos de Canadian Interagency Forest Fire Centre, cerca de 500 incendios permanecen activos actualmente en todo el país, y las partículas procedentes de esos fuegos han llegado a Madrid, Galicia y otras partes de España. Es la huella de una catástrofe medioambiental, que ha tardado tres semanas en recorrer los 5.000 kilómetros que separan Norteamérica de nuestro país.
Roberto Román es profesor e investigador del Grupo de Óptica Atmosférica de la Universidad de Valladolid, un equipo de investigadores que estudia desde hace años este tipo de fenómenos atmosféricos.
"En general, en la atmosfera siempre hay partículas de muchos tipos"
"Estos incendios son tan intensos que provoca pirocúmulos. Al estar la temperatura tan alta se genera una especie de burbuja o célula que provoca que se eleve el humo. Por lo tanto, todo el humo que está generando el incendio llega a alcanzar alturas muy altas en la atmosfera, alcanzando la alta troposfera, incluso a veces la baja estratosfera", ha informado el investigador.
Junto con el polvo, también están llegando otro tipo de partículas. "En general, en la atmosfera siempre hay partículas de muchos tipos. Por ejemplo, cuando hay calima, lo que nos viene es polvo del desierto del Sahara", ha comentado Román.
Las cenizas también serían exportadas a otros lugares si se produjera un incendio en la península. "No es algo solo propio de Canadá, esto sucede en cualquier punto donde hay un incendio. La masa de aire siempre viene en las mismas direcciones, se trata de la dinámica del vórtice polar", ha indicado el investigador.
"Aquí la situación no es grave"
El equipo de investigadores emplea una variedad de métodos para llevar a cabo sus estudios. "En la Universidad de Valladolid tenemos varios equipos para detectar este tipo de partículas, con el uso de varios instrumentos. También se puede estudiar a través de modelos e imágenes de satélite, este último tiene una cobertura más global, pero con resolución temporal menor", ha explicado Román.
Aunque el humo perjudica la calidad del aire que respiramos, en este caso las partículas se encuentran relativamente altas en la atmósfera. "Aquí la situación no es grave. Lo único que estas partículas son muy dañinas, más que otras. Estas partículas son muy pequeñas y pueden entrar con mucha facilidad a nuestro sistema respiratorio, provocando problemas más graves", ha explicado el investigador.




