Miki Esparbé: "Tengo la fortuna y el privilegio de poder pagarme una terapia personal y eso me ayuda a tener los pies en el suelo"
El actor español estrena 'Una vida no tan simple', dirigida por Félix Viscarret
Madrid
El primer visionado de un largometraje siempre es complicado para un actor o actriz. En este caso, sin embargo, Miki Esparbé dijo sentirse "feliz" cuando vio por primera vez la nueva película que trae bajo el brazo: 'Una vida no tan simple', de Félix Viscarret. "Tengo muchas ganas de que se comparta y se vea", reconoce durante una entrevista con Aimar Bretos.
Esta película es la historia de un arquitecto al que, a priori, la vida no le va tan bien como él cree que debería irle. Un sentimiento muy transversal y compartido por muchas generaciones. "Vivimos bien en una cierta apología de la felicidad permanente, en la que se aplaude el éxito y se señala el fracaso. Admitir que uno puede errar, es sinónimo de, por un lado, crecimiento personal, pero también es muy difícil admitir las patinadas", explica Esparbé.
"Ahora mismo sí soy el director de mi vida. No con todo, pero aquello de tener la vida un poco agarrada o las riendas sostenidas, creo que sí. Tengo la fortuna o el privilegio de poder pagarme una terapia personal", añade. "La edad te da la posibilidad de tener cierta perspectiva. En este oficio nuestro es difícil que solo haya una oportunidad que no vuelva a pasar. Es una cuestión de tiempo", afirma el actor. Esparbé está en todos lados. Este año de manera simultánea estrena película y a la vez ha regresado al teatro en Barcelona. Para él lanzar al público proyectos que él mismo consumiría como espectador es simplemente un privilegio.
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Esparbé coincide en que la actuación en un largometraje acaba convirtiéndose en un "acto de fe", porque la mano del director tiene la última palabra. En el caso de 'Una vida no tan simple', el actor asegura haber quedado muy satisfecho con el primer visionado. "Me gustan los directores con una marca muy fuerte. Hay algo en el cine de Viscarret que es un acto de rebeldía, en este mundo rápido, creo que él hace como un paréntesis vital. Es capaz de pararme un poco el tiempo para que me dé cuenta de cosas", reflexiona.
"A veces, cuando en esto no hay trabajo durante un periodo concreto, hay una sensación interna de que necesitas que aparezca algo para entender que es una montaña rusa. Lo mismo pasa con el éxito: está muy bien haber vivido un éxito momentáneo, pero hay que saber que mañana será otra cosa y tiene que ser así. Eso te coloca los pies en la tierra", argumenta el intérprete. El actor reconoce que hay muchos aspectos de la industria del audiovisual que no enseñan en la escuela. "Me hubiera encantado que me dijeran cuánta gente hay en un rodaje. Nadie te prepara para eso y es bonito saber que si el engranaje funciona tú estás cuidando tu trabajo, pero también el de la persona de sonido, el director de fotografía, etc", reflexiona.
El arte de actuar
"Me sigue obsesionando ese '¿lo sabré hacer?' en alguna escena, pero a la vez es lo que te mantiene activo. Es cierto también que hay algo de ritual. Cuando sabes que ese día tienes que rodar esa escena hay algo. Todo acompaña y es bonito. Igual terminas ese día de rodar y cuando sale bien... pf", cuenta con pasión el actor. "Hay secuencias en las que la emoción tiene el valor, con mayúsculas. No creo mucho en esas escenas de decir la frase y que te caiga la lágrima. No hace falta que caiga la lágrima si está la emoción", sentencia Esparbé.
Las entrevistas de Aimar | Miki Esparbé
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